Como desde hace 33 años, este 2019 se realizó en Rennes, Francia, una de las ferias y congresos ganaderos más importantes a nivel global: SPACE 2019. El evento está principalmente dedicado a mostrar los avances en mejoramiento genético de las diferentes razas de bovinos, ovinos y caprinos, con un impresionante despliegue de empresas expositoras de toda la gama de insumos e infraestructura relacionada al sector ganadero y lechero. Todos los años los organizadores de la feria ponen énfasis en algún aspecto que haya estado en boca de todo el sector durante el último año y que genere interés por conocer la problemática y soluciones alrededor del tema. Este año hubo consenso en que el cambio climático y sus efectos en el sector ganadero y agrícola en general es el tema más importante que enfrentan y que, según ellos, así será por varios años más, a nivel local y mundial.

Está demostrado que los productos de origen ganadero son responsables de más emisiones de gases de efecto invernadero que otras fuentes de alimentos. Las emisiones de este sector son causadas por la producción de carne, leche y sus derivados, la fermentación entérica, los desechos de animales y el cambio en el uso de la tierra. Sin embargo, es incuestionable que son rubros clave para la seguridad alimentaria del mundo. La leche, los huevos y la carne proporcionan el 34% de la proteína que los humanos necesitamos consumir para nuestro bienestar; asimismo la ganadería es importantísima en su aporte de micronutrientes esenciales como la vitamina B12, vitamina A, zinc, hierro, calcio y riboflavina. Por lo tanto, estamos ante una actividad imposible de suprimir, como pretenden algunos. La visión de los organizadores es la de compatibilizar la imagen de la actividad ganadera, que según ellos mismos es muy incomprendida por parte del público general y que va más allá del cambio climático e incluso del bienestar animal. El sector trabaja desde hace muchos años en crear soluciones que mejoren los índices de la huella de carbono de los productos y las emisiones del sector en general. Están convencidos de que existen innumerables ejemplos de cómo el sector produce un aporte real a la mitigación de las emisiones y los efectos generales de esta actividad en el cambio climático y sus consecuencias para el medio ambiente. Por ejemplo, están muy comprometidos en utilizar los desechos producidos por el propio sector en la generación de energías limpias a partir de plantas de locales de biogás, combinado a la utilización masiva de energía solar para la mayoría de los procesos, o la implementación de importantes innovaciones en software de manejo de las instalaciones de infraestructura ganadera para mejorar, por ejemplo, la ventilación de los edificios y con esto reducir en hasta un 60% el uso de energía de estas instalaciones.

Existe una oportunidad y desafío considerable para reducir las emisiones y crear compensaciones a muchos niveles. La voluntad política de los países para hacerlo ha sido oficialmente expresada en la pasada COP23 y la FAO propone tres formas para reducir de forma sustancial las emisiones de la producción ganadera: 1. Mejoras de productividad que reducen las intensidades de emisiones. 2. Captura de carbono a través de un manejo mejorado de las praderas. 3. Una mejor integración ganadera en la bio-economía circular. La ganadería está tomando conciencia de esto.

¡Manos a la obra!