¿QUÉ ELEMENTOS SE DEBEN PRIORIZAR EN LA SELECCIÓN GENÉTICA DEL NECTARÍN?

Al año 2030 debiéramos tener una línea completa de variedades que permita ofrecer durante toda la temporada nectarines de alta calidad a los diferentes mercados; esto es, ofrecer frutos de alta coloración, buen tamaño, de pulpa blanca y amarilla, altos en sólidos solubles y con la relación azúcar / ácido acorde a lo demandado por los diferentes mercados. Las nuevas variedades podrán aportar facilidad de manejo (baja densidad floral, para evitar el raleo; árboles con diferentes hábitos de crecimiento, para facilitar la formación, poda, y mecanización), resistencia a problemas sanitarios, o características mejoradas en los frutos, que aporten a una alimentación más saludable, con mayores aportes de antioxidantes y vitaminas.

SI HACE 10 AÑOS SE PENSABA EN CALIDAD Y HOY EN INOCUIDAD, ¿CUÁL SERÁ EL PARÁMETRO O FACTOR DECISIVO EN LOS PRÓXIMOS AÑOS?

La fruticultura debe migrar hacia la integración, con la aplicación de insecticidas de bajo impacto ambiental y solamente cuando es necesario, integrando esto a mejores diseños de huerto (patrones, variedades, densidades, suelo, clima, etc) y a otros manejos, como del suelo, el agua y la fertilización. En el futuro, también se puede observar un mayor interés por la producción sostenible, colocando mayor atención al cuidado del medioambiente y al entorno social. Se debe colocar atención en minimizar el impacto de los agroquímicos, con la elección de los productos y aplicando racionalidad en las decisiones. Asimismo, se visualiza la producción orgánica como un área de interés, donde tenemos que entender la producción de fruta en base a productos naturales, algunos de los cuales muestran un alto impacto en el ambiente. Desde el punto de vista productivo, bajo este sistema, se podría esperar menor producción y mayor costo, lo que debe ser contrarrestado por el mayor valor de los productos. La producción orgánica deberá desarrollarse y masificar las prácticas para la producción de frutas. Esto se dará en un contexto de mayor valor de las remuneraciones, por lo que los productores estarán preocupados de prácticas que reduzcan mano de obra, de manera de producir en forma similar con menos jornadas hombre.