Dos investigadores de la prestigiosa f, fueron los favorecidos con el premio Nobel de Física en 2010. ¿Cuál fue su aporte? Pues bien, nada menos que el descubrimiento de una serie de propiedades que harían del grafeno, el material del futuro. Este material, que está a punto de revolucionar la industria electrónica mundial, vería resuelto el gran problema que existe con la nanotecnología: superar la barrera de radiación de calor que detiene hoy el desarrollo de la nanotecnología.

Las propiedades mecánicas y electrónicas de este elemento, entre las que se encuentran, por destacar sólo algunas son: una alta conductividad eléctrica y térmica; una gran dureza, mayor a la del diamante pero más flexible y elástico que el mismo ADN; y como semiconductor, consumir menos electricidad y generar menos calor que el mismo silicio. Tan sólo una lámina con un peso de un gramo cubriría la superficie de un estadio de futbol pero conduciría más energía que una tonelada de cobre. Es tan sorprendente la revolución que este “supermaterial” generaría en la industria y en el mundo que ya han manifestado interés por invertir en su investigación y desarrollo compañías como IBM, Apple y Samsung, además de los mayores fabricantes de nanotecnología del mundo.

Las propiedades del material están fuera de toda duda y lo único que ha retrasado su producción masiva, como suele suceder en estos casos, es la falta de competitividad en los precios a gran escala. Estados Unidos, España y Corea lideran la investigación y producción de este material en el mundo, sin embargo el mercado es aún muy pequeño, apenas con producciones experimentales. Se espera un crecimiento a pasos agigantados, para que a partir del 2018 comience su producción a una gran escala comercial.

¿Qué está haciendo Chile al respecto y, más que todo Codelco, para enfrentar la transición que despojaría al cobre de un 70% de los productos relacionados con la conductividad? Una de las consecuencias de los potenciales efectos en la minería del cobre, es la creación de un fondo de inversión, de capital de riesgo, por US$ 80 millones (Codelco y Aurus) denominado Aurus Ventures III, desde donde apostarán por innovaciones relacionadas a la industria del cobre y la minería.

Expertos e investigadores de todo el mundo en el mercado de la minería, coinciden en que Chile debe desarrollar y fortalecer su institucionalidad para no basar gran parte de su espectro productivo en materias primas, como lo hace también en la agricultura. Chile debe aumentar significativamente su inversión en Investigación y Desarrollo para estar preparados para el posible despegue del grafeno como sustituto del cobre en el mercado de la conductividad, pero también debe hacerlo de una vez por todas pensando en otras áreas de la economía.