Mundoagro

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Julio Rodiño Durán

Director Editorial

Edición 156

Las fortalezas de un país y de un sector

Durante los años de pandemia se evidenció la importancia del sector agrícola y agroalimentario. De alguna forma, el público general, que no está directamente relacionado a la producción de alimentos, pudo constatar o percatarse de que, a pesar de todas las restricciones y medidas sanitarias, la cadena alimenticia mantuvo su nivel de actividad y dinamismo. Como agricultores, nos vimos obligados a redoblar esfuerzos para mantener el nivel productivo tratando de compensar los múltiples obstáculos suscitados, como la falta de personal, de insumos y el alza general de costos de producción.

Chile enfrentó notablemente estas adversidades y se destacó como uno de los países que nunca perdieron su nivel de productividad y calidad en la exportación frutícola y agroalimentaria. En paralelo, nuestro país enfrentaba otros desafíos a nivel político y social. El estallido social, que se había producido algunos meses antes, derivó en un largo y penoso proceso constituyente que convulsionó al país durante meses y sumó complicaciones a un escenario ya complejo.

Han pasado meses desde aquella difícil coyuntura y el tiempo ha permitido decantar las ideas y el ánimo. El atrincheramiento, poco a poco, se disipa. Las bases para el bienestar y la prosperidad del país solo se alcanzarán cuando todos dirijamos nuestros esfuerzos hacia la creación de instituciones respetadas comúnmente que nos permitan resolver nuestras diferencias.

Hace unos días, hemos alcanzado un nuevo acuerdo para iniciar la redacción de una nueva constitución. Acuerdo que celebramos y esperamos que esta vez pueda crear un verdadero marco colaborativo que nos una y establezca las bases del desarrollo, crecimiento y bienestar de Chile. Sin duda que la fortaleza más grande de un país se evidencia en la capacidad de superar las diferencias a través del buen funcionamiento de las instituciones que creadas para tal fin. Hay muchos, pero me permito citar dos ejemplos importantes para el sector. Uno es el tema del agua y sus derechos de aprovechamiento para producir alimentos, que deben entenderse de manera intrínseca ligados a la tierra, con la cual forman una unidad indisoluble. El otro, la propiedad intelectual en el proceso de mejoramiento genético de vegetales, que sin dudas debe estar adecuadamente protegida para incentivar su desarrollo.

Los últimos dos años reafirmaron la importancia vital del sector agrícola para la sociedad. Los temas relacionados al sector deben ser evaluados con una perspectiva agrícola, solo de esta forma se asegurará la continuidad de un buen desarrollo y crecimiento para la agricultura chilena.

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Robert Edition

6 minutes ago

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