Las aluviones dejaron a la agricultura en una complicada situación, cambiando las características del suelo en muchos predios de la región. Bajo este escenario, una alternativa de manejo es el “cultivo sin suelo” o hidroponía, una técnica que el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) busca impulsar a través del proyecto “Obtención de hortalizas baby mediante sistemas productivos de bajo requerimiento hídrico”, financiado con fondos de innovación para la competitividad del Gobierno Regional de Atacama.

Con el fin de interiorizar a los agricultores sobre este novedoso método, se llevó a cabo la charla “Hidroponía: Una alternativa para olvidar el suelo”, en el Centro Experimental INIA Huasco. La actividad reunió a más de 30 agricultores y técnicos de los valles de Copiapó y Huasco, quienes se mostraron interesados en implementar estos sistemas. La charla fue dictada por Bernardo Rojas, Ingeniero Agrónomo y asesor en Hidroponía; y Luis Felipe Muñoz, coordinador del proyecto, quien presentó alternativas de invernaderos y sistemas de manejo hidropónicos que INIA instaló en sus dependencias.

Bernardo Rojas, experto en Hidroponía, afirma que este sistema es una solución real para los agricultores damnificados por las inundaciones. “Las ventajas de la hidroponía es que puede cultivarse sin suelo. Es una herramienta que se puede utilizar, sobre todo ahora después de los aluviones, donde no hay suelo. Esto es una solución concreta y no es necesario improvisar. Los sustratos y los medios líquidos pueden traer excelentes resultados a quienes quieran recuperar su productividad”, apunta el profesional.

Juan Díaz es productor de tomates del sector de San Pedro, en la parte baja del valle de Copiapó. El agricultor perdió todo después de la catástrofe y ahora evalúa seriamente producir en hidroponía. “Con el aluvión cambiaron las condiciones del suelo, así que hay que ver otras alternativas porque está escaseando el agua también. Creo que es posible implementar estas técnicas, voy a estudiar bien el tema y sacar los costos para cosechar algo bueno a pesar de todo lo que ha pasado. La tecnología hay que usarla a favor del ser humano”, señala el productor.

La hidroponía escapa al cultivo tradicional, utilizando un sustrato inerte aislado del suelo, el cual es regado con una solución nutritiva, o bien, se cultiva directamente en el agua con el método de raíz flotante, con el aporte necesario de los nutrientes. En el Centro Experimental INIA Huasco, se han llevado a cabo ensayos de hidroponía en lechugas con resultados sorprendentes en relación a su calidad, datos que entusiasman a  productores. El proyecto “Obtención de hortalizas baby mediante sistemas productivos de bajo requerimiento hídrico”, permitirá entregar antecedentes técnicos de manejo hidropónico al rubro hortalicero, para diversificar sus cultivos convencionales y aumentar sus utilidades, accediendo a nuevas variedades y tecnologías de producción. Se espera que el proyecto beneficie a más de 3.000 personas en la región.