Los objetivos tradicionales de la poda de frutales han sido mantener la forma y el tamaño del árbol, regular la carga frutal, mantener los rendimientos y la calidad de la fruta y renovar madera frutal. Hoy debemos agregar otro objetivo, fundamental en el resultado económico de un huerto: tener árboles con una estructura que permita simplificar las labores que requieren alto uso de jornadas de trabajos manuales, como la misma poda (invernal o de verano), los repases de raleos manuales y la cosecha, con fruta muy uniforme en aspectos de calidad (color, tamaño, madurez), para lograr altos rendimientos de dichas jornadas-hombre.

Esto se hace imperioso debido a la baja disponibilidad de mano de obra, sobre todo por la competencia creciente con la producción de cerezas, y por la disminución en la competitividad de la industria de manzanas en Chile, al mantener hasta ahora una proporción considerable de huertos con variedades y huertos obsoletos.

Para revertir en parte esta situación, el sistema productivo se hará más intensivo en capital, lo que implica aumentar los costos fijos asociados a pagar estas mayores inversiones en altas densidades de plantación, pago de royalties por variedades y portainjertos, sistemas de protección (heladas, granizos, golpe de sol, estructuras de soporte, seguros) y mecanización.

Por lo tanto, debemos asegurar que se cumplan los objetivos iniciales de todo proyecto, y lograr los retornos necesarios para pagar los costos operacionales y las inversiones.

PODA INVERNAL

El punto de partida en el manejo anual de los huertos está en la poda invernal, pues allí se puede eliminar madera que no es productiva o causa sombra, puede mejorarse la iluminación del árbol, e incluso se podría considerar como el primer raleo de frutos de la temporada.

La intensidad y el tipo de poda va a variar de acuerdo al vigor de las plantas. Las más vigorosas se podarán más suave que una planta de vigor controlado. En las muy débiles, en cambio, no habrá mucha diferencia de la estructura de los árboles y solo se sacaría el exceso de dardos para reducir la intensidad de cuaja de frutos, que es el evento más debilitante para las plantas.

Las instrucciones para la poda deben ser precisas y claras. No pretendamos solucionar todos los problemas que presenta el huerto en una temporada. Los podadores podrán hacer un mejor trabajo mientras cuanto indicaciones reciban. Si enfrentamos un huerto con densidades medias (900 – 1.600 plantas/ha), habrá indicaciones un tanto diferentes que si se trata de huertos con densidades más altas (sobre 2.500 planta/ha). Por lo general en densidades altas buscaremos contener los árboles en el espacio asignado, mientras que en los huertos poco densos, que son los que más abundan en las diferentes zonas de nuestro país, muchas veces pensaremos cómo llenar más y mejor dicho espacio o cómo tener más árbol para producir más fruta.

SOMBRA AL INTERIOR

Independiente de la densidad, vemos que en muchos huertos hay pro blemas comunes y están relacionados al grado de sombreamiento que presentan los árboles al interior de sus copas. Nos referimos al exceso de ramas en algunos casos o la existencia de ramas muy gruesas, sobre todo en la parte alta de los árboles que causan mucha sombra dentro del mismo árbol y que, además por el vigor, son poco productivas.

Se trata de algo habitual y desgraciadamente el productor es reacio a sacarlas pensando que su producción bajará. Por eso, empiezan a “achicarlas” de tamaño mediante rebajes en madera gruesa, provocando la emisión de chupones con lo cual aumentará el sombreamiento. Así, no solo la producción no mejorará sino que además la coloración de la fruta producida no será buena. La solución a este problema es conservar chupones que salen desde el eje y manejarlos para que se transformen en futuras ramas más delgadas y más eficientes del punto de vista productivo, para reemplazar las gruesas.

Esto se inicia en la poda invernal, encargando a los podadores que no saquen los chupones que salen de los ejes. Los chupones que se conservarán deben dejarse en posición cercana a la horizontal si no son vigorosos, pero habrá que dejarlos bajo la horizontal si son vigorosos y dirigiéndolos a los espacios donde no sombreen a las otras ramas.

EL FACTOR DENSIDAD

En un sistema de alta densidad, la renovación de ramas que salen desde el eje deberá ser mucho más dinámica. Si la rama se engruesa y llega a tener más de un tercio del grosor del eje en el punto de inserción, esa rama deberá ser podada pero no con corte ciego, sino con un corte “sucio”, llamado corte con tocón, corte tipo taza o corte holandés, que permita la emisión de un brote, con buen ángulo, desde la parte basal del corte y que tenga el vigor suficiente para crecer, llenar ese espacio y fructificar dos años después. Una rama gruesa en la parte media o en la parte alta de los árboles no se puede permitir en altas densidades.

Aquí hay una diferencia importante respecto a las densidades medias. En sistemas más intensivos la renovación se produce sacando ramas enteras y formando nuevas. Es un sistema mucho más dinámico, si lo comparamos con los sistemas menos densos.

En sistemas de altas densidades, las ramas de la parte alta de los árboles deberían ser las más delgadas del árbol y con una renovación mucho más rápida. En cambio en la parte de abajo de los árboles, estas podrían ser más gruesas e incluso semipermanentes pues no sombrearan el resto del árbol.

Otro aspecto que es también muy común en las podas es que algunos podadores sacan ramillas en exceso y se dedican a “pelar” ramas. La causa de esto es que reciben la instrucción de sacar los chupones sin especificar cuáles son los chupones que queremos sacar. En este punto se produce otra diferencia en cuanto a la definición de lo que es un chupón en un sistema de baja densidad o en el caso de un huerto de alta densidad. En el primer caso el chupón podría definirse como la rama de un año cuya longitud es mayor a 50 – 60 cm o tres tijeras de largo; en cambio, en un sistema de alta densidad tienen que ser sobre 30 cm. o dos tijeras de largo para ser consideradas chupón. Es preferible que el podador deje un poco de ramilla de más, pero no menos.

La obtención de madera nueva, de buen grosor, cada año, es muy importante para producir dardos nuevos e ir renovando posteriormente centros frutales completos o ramas completas dependiendo si es sistema denso o menos denso.

VARIEDADES Y SISTEMAS DE PODA

A nivel global, en la industria de manzanas se han desarrollado tendencias en los tipos de podas que se realizan según las variedades y los sistemas de conducción. Estas tendencias se pueden agrupar en dos tipos:

• Poda corta (centrípeta): toda la madera frutal va recortada como forma de raleo intenso de centros frutales. Se utiliza principalmente en sistemas intensivos como Muro frutal, V-trellis, Super-Spindle, Columnar. En general, esta poda se recomienda para condiciones de bajo vigor (suelos pobres, portainjertos y variedades de bajo vigor).

• Poda larga (centrífuga): tanto las ramas estructurales como los cargadores son más largos, con menos recortes y menos regulación de carga. Se utiliza principalmente en sistemas como Spindle, Solaxe, Eje central. En general, esta poda se recomienda para condiciones de alto vigor (suelos fértiles, portainjertos y variedades de alto vigor).

Una variación a estos sistemas es la poda larga de ramas, pero con recorte intenso de los cargadores laterales, como forma de regulación fuerte de carga, que se ha denominado como la rama tubular, y puede emplearse en los sistemas de conducción V-trellis, Spindle y Eje Central. En condiciones de alta carga de centros frutales (más de un 80% de fertilidad de yemas o más de 6 centros frutales por cm2 de área de sección transversal de rama), puede ser necesario hacer un raleo más intenso de madera frutal en la poda invernal, o hacer extinción de centros frutales en estado de botón rosado.

En cuanto a la adaptación a las variedades, la poda se puede describir de la siguiente manera:

– Grupo Gala: este grupo de variedades se caracteriza por tener un corto período desde plena flor a cosecha (120-130 días). Son variedades que no son de fruta grande y los rendimientos no son tan altos: 70 ton/ha será muy bueno y hay huertos que lo logran pero son la minoría. Para producir frutas de tamaño medio (160 – 200 grs), requieren de yemas ubicadas en madera de buen grosor, 7-9 mm de diámetro. Muy frecuentemente vemos frutos que cuajan en dardos en secciones de ramas muy delgadas (menos de 2 mm diámetro), y son frutos chicos cuyo valor comercial es demasiado bajo. Es necesario eliminar de los árboles ese tipo de madera.

Para lograr fruta de buen tamaño en este grupo de variedades es importante ajustar la cantidad de yemas frutales respecto a cantidad de frutos finales. Se estima que debería ser 1,5 yemas frutales por cada fruto final esperado. Esto requiere de un conteo permanente de yemas por árbol durante la poda y hecho por una persona entrenada. El raleo químico y repase manual posterior es muy importante tenerlo terminado al 20 de noviembre. Los árboles de este grupo de variedades tienen facilidad para emitir todos los años chupones desde el eje, lo cual facilita mucho la renovación de ramas. En general se adaptan mejor a podas cortas, por la intensidad de regulación de carga requerida.

– Grupo Fuji: Son variedades que no tienen problemas de calibre cuando se hace buen raleo. Alcanzan las 70-80 ton/ha sin dificultad. Requiere de árboles de vigor muy controlado y con muy buena iluminación y raleo intenso para producir fruta con buen color. Se adapta a podas largas sin mucha intervención. Debido a su gran susceptibilidad a las producciones alternadas o añerismo, requiere raleos tempranos para así disminuir este problema.

La mejor fruta la produce en brindillas coronadas, las cuales se producen sin problemas en los huertos con vigor controlado. Si por algún motivo (ej. añerismo), los árboles están en condición de vigor alto, la poca fruta producida será de mala calidad, con poco color y desarrollarán muchos desórdenes fisiológicos.

La poda invernal deberá ser de menor intensidad respecto a Galas. Habrá que preocuparse mucho de proveer de luz al interior de la copa, respetar mucho las brindillas, cuidar mucho que los podadores no saquen ramillas pensando en que son chupones y, lo más importante, dejar podas largas sin mucha intervención, solo sacar laterales gruesos o los muy largos que impiden la entrada de luz. En estas variedades no soy partidario de reducir mucho el número de yemas por fruto final esperado y es por el desarrollo de desórdenes fisiológicos que pudiesen producirse durante el almacenaje. Lo anterior es muy relevante especialmente en sistemas de baja densidad pues el vigor puede verse incrementado en desmedro de la calidad de la fruta.

– Grupo Pink Lady (incluye Cripp’s Pink, Rosy Glow y Lady in Red): Son variedades de altas producciones, en las que es necesario pensar en producir 90 toneladas o más. Al igual que Fujis, se adaptan muy bien a podas largas, sin mucha intervención respecto a recortes, pues si se hacen, los árboles responden con mucho vigor desarrollando chupones vigorosos y muy erectos que habrá que sacarlos en la poda.

También produce la mejor fruta en brindillas coronadas las cuales se deberán proteger constantemente. Al igual que las otras variedades, requieren de una muy buena iluminación dentro de la copa para obtener altas coloraciones en los frutos y así aumentar la relación Pink Lady versus Cripp’s Pink, de vital importancia comercial. La emisión de brindillas año a año se produce sin problemas solo si los árboles presentan un buen vigor.

VARIEDADES Y SISTEMAS DE CONDUCCIÓN

Al día de hoy tenemos más claridad respecto de la adaptación de las variedades a los sistemas de conducción modernos, donde se requiere sacar el mayor potencial genético de calidad de las variedades, sobre todo en el escenario de alta competencia en los mercados mundiales de manzanas.

No obstante, falta mayor experiencia con las nuevas variedades, debido además a los cambios que vemos en variables climáticas de relevancia para la calidad de la fruta.

Podemos resumir algunas conclusiones que tenemos hasta ahora:

Sistemas mono-ejes (Solaxe, Spindle, Tall Spindle, Eje central, Columnar, Super-spindle) en general son recomendados para condiciones donde faltará el vigor, como suelos pobres, variedades de bajo vigor y replantación.

Sistemas Bi-Axis suelen recomendarse para condiciones donde habrá vigor, como suelo fértiles o vírgenes y en variedades de alto vigor. Los sistemas Bi-Axis se deben conducir con canopias delgadas (60 a 80 cm), para optimizar la distribución de la luz y mejorar el color de la fruta.

La distancia de plantación de un Bi-Axis debe ser de 3,5 x 1,2 – 1,5 metros.

La distancia de plantación de un Tall-Spindle debe ser de 3,5 x 0,8 – 1,2 metros.

El sistema V-trellis se adapta muy bien a variedades de fruta grande, que necesitan fuerte regulación de carga, con alto requerimiento de luz para el color de la fruta y sensibles a russet (Fuji, Envy).

Las variedades Gala, Ambrosia, Rosy Glow y Granny Smith se adaptan muy bien a sistemas Monoejes (Spindle, Tall-spindle) o Bi-Axis.

El sistema V-trellis ha mostrado alto potencial de producción, entre otros factores debido a la alta interceptación de luz (80 – 85%), en comparación a un Tallspindle (70 – 75%).

Finalmente, y tal como se ha mencionado con anterioridad, los sistemas modernos de conducción y poda deben cumplir el objetivo de simplificación en todo lo relacionado a la eficiencia de la mano de obra, a través de lo que hemos llamado los “tres pasos” de cada labor:

– Instrucción simple: cualquier trabajador con mínima experiencia la puede entender.

– Ejecución simple: cualquier trabajador con mínima experiencia la puede realizar.

– Control simple: con mínima observación se puede evaluar el cumplimiento.

Este marco conceptual de simplificación de labores, que no implica en absoluto renunciar a la calidad de los trabajos y la calidad de la fruta, implica definitivamente un cambio en la genética de las variedades y una introducción gradual de mayores niveles de mecanización de las labores del huerto, con el fin de mantener o acrecentar la competitividad de la industria chilena de manzanas.