Una selección de 20 nectarinos, duraznos y ciruelas fueron evaluadas post – cosecha durante los meses de febrero y marzo por el Consorcio Tecnológico de la Fruta. Juan Pablo Zoffoli, académico y especialista en post-cosecha, es el encargado de dirigir el Programa de Mejoramiento Genético de Carozos, quien se mostró satisfecho con los resultados obtenidos en esta primera evaluación de las selecciones desarrolladas por el Programa bajo condiciones comerciales correspondientes a huertos ubicados en las localidades de Sagrada Familia, Curacaví, Lampa y San Francisco de Mostazal.

La Coordinadora del Consorcio Tecnológico de la Fruta, María Fernanda Álvarez, comentó “estamos muy contentos con los resultados alcanzados hasta ahora por este Programa. Desarrollar nuevas variedades sabemos que es un proceso muy largo, y por lo mismo, contar hoy con un grupo importante de selecciones escogidas de entre las 20 que se evaluaron es un éxito sin lugar a dudas”.

El Programa de Mejoramiento Genético de Carozos, espera desarrollar tres variedades de carozos (durazno, ciruela y nectarino) de alta calidad y tolerantes al daño por frío, es decir, con una amplia resistencia a largos viajes sin perder su calidad, condición y jugosidad.

Álvarez agregó “nuestra industria tiene la necesidad de contar con variedades de carozos con características propias, es decir, que además de ser ricas para los consumidores, posean también una capacidad de almacenaje en frío de aproximadamente 45 días, y ese fue uno de los aspectos que consideramos para elegir las selecciones, especialmente dadas las oportunidades que se han abierto para nuestros nectarinos tras la reciente apertura del mercado de China”.

Juan Pablo Zoffoli comentó “quisimos hacer evaluaciones a tiempos mayores de 40 a 45 días de almacenamiento en cero grados, por eso llegamos a 55 días, pues queríamos ver qué pasaba con las selecciones. Lo que sucede en el sistema comercial es que cuando se tiene un buen producto, por ejemplo, de 45 días, se tiende a querer especular más con él, para lo cual es bueno saber cuál es el límite de almacenaje que tiene este producto, porque de lo contrario se destruye la variedad, ya que se la expone a tiempos que no son los adecuados, y por eso hicimos evaluación a tiempos mayores de 45 días en ciruelas, porque es un producto que tiende a alargarse más en almacenaje”. Explicó que en términos generales quisieron ver esta temporada cómo respondían las selecciones en post-cosecha en tiempos de 40 a 45 días con márgenes hasta 50 días, para el próximo año ver si estas características se mantienen, así como también los límites de almacenamiento”.