En junio de este año, el gobierno del presidente Gabriel Boric ingresó el proyecto de ley que busca regular las parcelaciones con nuevas exigencias a conjuntos residenciales rurales. La iniciativa tiene como principal objetivo establecer una normativa que rija las subdivisiones rurales, donde en los últimos años se habrían desarrollado proyectos inmobiliarios sin planificación, pasando por alto el uso silvoagropecuario del suelo.

Para Macarena Fariña, jefa de la unidad técnica agrícola de la empresa Transsa, este proyecto está al debe con la agricultura. Así lo indicó en entrevista con Mundoagro: “La propuesta busca equilibrar la conservación ambiental y la producción agrícola con el desarrollo de conjuntos residenciales rurales, estableciendo normativas claras y fortaleciendo la fiscalización para asegurar su cumplimiento. El proyecto está bien pensado en cuanto a ordenar el tema de las subdivisiones, pero me parece que queda al debe en cuanto al resguardo de la agricultura”.

De acuerdo con Fariña, es clave tener en consideración que, según los registros de Transsa y lo observado del Formulario 2890 para propiedades agrícolas, los valores de las propiedades agrícolas han ido disminuyendo desde el año 2021. “Estimamos que esta baja está directamente relacionada con la regulación que se ha planteado de las subdivisiones de terrenos rurales”, agregó Fariña.

Para el presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura, SNA, Antonio Walker, “el aumento en la subdivisión de predios agrícolas es una realidad muy preocupante, puesto que a raíz de ella se han sustituido gran cantidad de suelos, muchas veces de excelente aptitud y calidad agrícola, por predios destinado a otros fines, encareciendo la superficie disponible para uso agrícola”.

Zonas más caras

Suelos productivos y bien drenados, son algunos de los factores que hacen más caros el establecimiento de una parcela. Fariña explicó: “En la zona central se encuentran los valores más altos de terrenos y eso se debe a que en esta zona se ubican los mejores suelos productivos del país. Son suelos planos, profundos, permeables y bien drenados, con una buena capacidad de retención de agua, apropiados para el regadío y con escasas limitaciones que restrinjan su uso. La zona de La Araucanía presenta bajas en las ventas y los precios, lo que en gran parte se debe a los conflictos territoriales presentes en la zona”

“Hoy existe una gran demanda por los terrenos plantados con cerezos, en especial en zonas donde es factible obtener cosechas tempranas, como la zona centro sur. No obstante, lo anterior, el cultivo de trigo sigue siendo el más sembrado a nivel país, por tanto, los terrenos en la zona sur siguen siendo muy cotizados a la hora de elegir un terreno para explotarlo”, indicó Fariña.

Desafíos

La incertidumbre económica y la sequía son parte de los principales desafíos que enfrenta este año la agricultura. Según la jefa de la unidad técnica agrícola de Transsa no se ha visto un incremento sustantivo de valores en las propiedades agrícolas. “Además de la inestabilidad presente en el mercado, se suma la incertidumbre por la sequía que afecta a nuestro país. Los terrenos hoy en día presentan diferencias de valor sustanciales según su clasificación de uso de suelo y aún más si son terrenos de riego o secano. Es por que hemos observado cómo se ve afectado el valor del suelo de forma directa cuando el cliente cuenta con menor cantidad de agua para riego”.

Los terrenos presentan grandes desafíos en el largo plazo. “En primer lugar, desarrollar proyectos agrícolas de forma sustentable y sostenible, de manera que no se vea afectados directamente la estructura propia del suelo, ecosistema, entorno, disponibilidad hídrica, entre otros. Además, uno de los grandes factores a considerar e implementar es la tecnología como una herramienta base para enfrentar el cambio climático, como los sistemas de riegos tecnificados que mejoren la eficiencia del riego en los predios y, por ende, no afecten la calidad de este”, finalizó Fariña.