Durante mucho tiempo la uva de mesa fue, no solo la fruta más exportada de Chile, sino además un verdadero símbolo de la industria por todo lo que representa. Sin embargo, la irrupción de la cereza como líder en exportaciones y los problemas propios de la industria de uva llevaron pusieron aquel pasado como un hito tan lejano como inalcanzable en lo inmediato. Pero el panorama que hace un tiempo parecía más bien sombrío, con una caída sostenida en superficie, parece haberse apaciguado y, con entre 25.000 y 30.000 hectáreas consolidadas desde la tercera hasta la sexta región, la uva de mesa ha encontrado no solo más aire sino también varias respuestas de cómo salir adelante. Sobre todo eso conversó Mundoagro con Rafael Rodriguez, presidente de Uvanova.

Según las estimaciones de Frutas de Chile, las exportaciones de esta temporada estarán en torno a las 65 millones de cajas. Pero Rodríguez, por su parte, cree que serán más bajas, en función de las cargas y cantidad de racimos que han salido durante la primavera, y que están por debajo de lo que se esperaba en la zona centro-sur. Más allá de eso, el presidente de Uvanova es optimista con la presente temporada. “Las zonas vienen con buen timing, no veo una concentración como ocurrió en otras temporadas. En la tercera partieron casi igual que en la temporada pasada, comenzando embalajes en la semana 46. En la cuarta región todo va correctamente, con suficiente agua para terminar bien la temporada y desde la quinta y más hacia el sur, las cargas están está un poco más ajustadas”.

En términos de calidad de fruta, ve una buena evolución. “Hacia el sur creo que tendremos cargas bien equilibradas. No hemos tenido lluvias en flor, así que eso ayudará a tener una mejor condición de fruta, por eso estamos confiados y expectantes”, señaló.

Por su parte, también fue claro en su apreciación sobre el estado de los huertos, donde afirmó que no han existido cambios notables con respecto a temporadas anteriores, con buen desarrollo de follaje y con una primavera beneficiosa; sin embargo, recomienda estar alerta al manejo de follaje y al riego, principalmente, porque en el hemisferio norte hubo grandes olas de calor durante el mes de junio, las cuales podrían perfectamente ocurrir en el hemisferio sur.

Además, Rodríguez fue enfático sobre la necesidad mejoras en prácticas de cosechas y poscosecha, las cuáles juzga al debe. “Fuimos los primeros y pioneros en técnicas de poscosecha y embalaje para la uva de mesa. Los primeros en inventar cómo exportar fruta a mercados a sitios lejanos y, en ese sentido, hay que seguir mejorando. Con respecto a técnicas que van desde que uno corta el racimo, creo que tenemos que mejorarlas. No es un trabajo pendiente, porque hay gente que ya lo está haciendo, pero sí hay que generalizarlo y conseguir que toda la industria suba su estándar”.

Finalmente, al ser consultado sobre el futuro de la industria en futuras temporadas, calificó a Chile como un proveedor estratégico, lo que ha quedado demostrado las últimas temporadas. “La producción tropical en el norte de Perú y Brasil es poco confiable, entonces Chile es un productor con una industria súper madura, con productores muy sofisticados, lo que va a demostrar ser siempre un productor confiable para distintos mercados. Estados Unidos va a terminar antes su producción este año, lo que le deja una ventana abierta importante a Chile. El norte de Perú está con problemas de agua y Europa está bien desabastecida debido a olas de calor. Entonces estamos teniendo un mercado bastante demandante que está siendo bien aprovechado por Sudáfrica, Perú y también Chile”.

La industria se encuentra expectante a la evolución de esta temporada que podría resultar muy bien para Chile pero sobre todo seguir consolidando a la uva de mesa a nivel global con un consuno creciente y una oferta más uniforme en volumen y calidad que sostenga mejores precios para todos.