El pasado 24 de junio se realizó una nueva charla online organizada por el Comité de Paltas de Chile que tuvo por objetivo aportar hacia una mejor toma de decisiones en la industria. Esta vez el invitado fue el ingeniero agrónomo y doctor en Ciencias Agropecuarias de la U. de Hohenheim, Rodrigo Callejas, quien abordó el “Riego inteligente: Agricultura 4.0 para enfrentar la escasez hídrica en paltos”, temática que adquiere especial relevancia en el contexto actual marcado por la grave sequía que atraviesa el país.

Callejas es académico de la Universidad de Chile y columnista de medios de comunicación, abordando temáticas relacionadas al uso de agua y el cambio climático, entre otras materias. También ha sido invitado a exponer a seminarios en distintas instancias de gobierno y ha publicado una serie de papers, capítulos de libros y artículos de revistas sobre estudios agronómicos y optimización del agua.

En esta oportunidad, Callejas comentó que la industria agrícola y paltera enfrenta un complejo escenario para el riego producto de la sequía, lo que se suma a los riesgos asociados al cambio climático. En paralelo, señaló que existe gran incertidumbre sobre los cambios que conllevará la nueva Constitución en lo que respecta al uso de aguas y cuál será su bajada a terreno. Ahora bien, enfatizó que “independientemente de lo que ocurra estamos obligados a ser eficientes con el recurso hídrico”.

En esa línea, abordó que se debe tener una estrategia para enfrentar el cambio climático y para ello, argumentó cuatro ideas fuerza para avanzar en esta materia:

1. Entender que no hay ningún método, equipo o estrategia que reemplace el buen diseño de sistema de riego tecnificado; una óptima mantención de los sistemas de riego; un óptimo diseño de las plantaciones; una alta densidad de raíces (bulbo activo) en suelos bien estructurados y también la calidad física de los suelos (“suelo vivo”).
2. Lograr un bulbo activo con alta densidad de raíces, densas, en un suelo muy bien estructurado. Con equilibrio de agua y oxígeno, donde se coloquen óptimamente los fertilizantes. “No es fácil, es un trabajo en el tiempo”, remarcó.
3. Asimilar que en cada localidad, las plantas tienen su propia dinámica de consumo de agua. La transpiración de la planta depende del contenido volumétrico de agua del suelo cuando la demanda atmosférica es alta (hasta 9 mil m3/ha).
4. Lograr una óptima relación de agua y oxígeno en el bulbo según el tipo de suelo. “Regar no es echar agua, sino lograr esta relación de forma óptima, en base a insumos de medición”, precisó.
5. Facilitar la reposición de agua consumida en la rizoplana durante el día (agua disponible en el suelo en torno a las raíces).

De cara al futuro, el experto agregó que los agricultores deben estar bien capacitados para enfrentar los problemas que se vienen y aprender del riego 2.0, que se realiza por estado fenológico.   Asimismo, explicó que hay que generar un nuevo relato en la producción de palto y ocupar los espacios adecuados para ello. “La tecnología está desmantelando los mitos y la subjetividad en el manejo del riego”, aseveró.

La realidad que vivimos actualmente nos enfrenta a grandes desafíos, tanto en la vida personal como a nivel de las organizaciones. Pero además, el sector agrícola suma desafíos extra, y así las empresas que participan del sector deben orientarse a la búsqueda de eficiencia e innovación en sus procesos. Por eso es necesario contar con una visión de futuro que dé respuesta a estas necesidades y que contribuyan a una industria más fuerte y sustentable.

Desde hace más de veinte años Agrosat aporta tecnología e innovación para enfrentar a los retos que nos impone el sector silvoagropecuario. “Siempre nos hemos caracterizado por nuestra óptica innovadora y vanguardista, pues desde muy temprano nos dimos cuenta de que la tecnología era y sigue siendo absolutamente necesaria en la agricultura, representando crecimiento y progreso para la misma”, señala Luisana Bruzual Keller, Líder Marketing y Comunicaciones de Agrosat.

La compañía, siendo la mayor exportadora de servicios agrícolas de Chile y con fuerte presencia en LATAM, tiene por objetivo “diseñar, desarrollar e implementar servicios que sirvan para solucionar problemas de manera anticipada, y cuyos resultados sean aplicables y observables en una óptima toma de decisiones, mejores resultados, mayores rendimientos y menores costos para el productor”.

Agrosat ha contribuido con la innovación en el agro desarrollando tecnologías a partir de la teledetección, creando modelos estadísticos, metodologías optimizadas para la toma de muestras en terreno, creando servidores de mapas en la web, desarrollando aplicaciones para la recolección de datos en terreno y plataformas para visualización, edición y manejo interconectado de toda la información generada. Bruzual explica que en este largo recorrido han visto intentos ajenos de replicar su trabajo, “sin embargo, lejos de preocuparnos, sigue demostrando que continuamos marcando tendencias”.

La empresa cuenta con importantes aliados estratégicos internacionales con los que han podido desarrollar una serie de soluciones tecnológicas como lo son Nitrosense, la nueva versión de Climasense y Geoinspec.

SERVICIOS DE GRAN ALCANCE

Como proveedor de soluciones tecnológicas para el sector silvoagropecuario, Agrosat desarrolla servicios basados en la percepción remota, modelación y muestras en terreno para responder a los desafiantes objetivos que se le presentan al sector. “Dentro de nuestro portafolio tenemos servicios de sensoramiento, que utilizan exclusivamente la percepción remota y modelación sin la necesidad de tomar muestras en terreno, con múltiples aplicaciones entre las que destacan el cálculo de dosis de fertilización y el monitoreo de variables climáticas y agroclimáticas”, explica Pablo Merino, líder Técnico-Comercial de Agrosat.

“Nitrosense es un servicio que cuantifica la disponibilidad de nitrógeno en la planta, identificando zonas con diferentes eficiencias de absorción del mismo, lo que permite calcular la dosis a aplicar de este elemento para suplir carencias tempranas”, explica y añade que dada la importancia del nitrógeno en el desarrollo de los cultivos, así como la necesidad de aplicarlo con la mayor eficiencia es que “el servicio abre la puerta a fertilizantes nitrogenados con inhibidores de nitrificación, permitiendo al cultivo obtener nitrógeno amoniacal y nítrico por un periodo más largo”.

Este desarrollo implica directamente sensoramiento remoto avanzado. Esto significa que la construcción del servicio involucra multi-variables e indicadores asociados a la relación carga y actividad clorofílica en estadios tempranos. “Esto nos permite determinar la eficiencia en la absorción de nitrógeno en aplicaciones especializadas e indicadas en porcentajes de absorción en nuestros mapas”, explica Jorge Díaz, Líder de Operaciones de Agrosat.

Además, puntualiza que dentro de los indicadores también se puede identificar la presencia de suelo desnudo en estadios tempranos ( bajo cubrimiento vegetativo) de forma certera, “no así como, en otros servicios que intentan desarrollar lo mismo solo con el indicador NDVI lo cual en un estadio temprano podría confundir la presencia de suelo con baja biomasa”.

Por otro lado, se encuentra Climasense un servicio que se basa en modelación para entregar variables climáticas como temperatura, humedad relativa, velocidad de viento, precipitación, y variables agroclimáticas, como la evapotranspiración, suma de horas frío, suma de grados en base 10, entre otras. Esta información está disponible para los clientes a escala horaria y con acceso 24/7 a los datos a través de una plataforma web a la cual tienen acceso. “Sin duda que este servicio será un aporte tremendo a la agricultura ya que a través de un valor altamente competitivo se puede tener acceso a toda esta información a nivel predial para fortalecer la toma de decisiones”, puntualiza Merino.

En México, la compañía está implementando una red de 2.000 estaciones meteorológicas virtuales con Fertilizantes Tepeyac, que le permitirán tener información a escala predial, macrozonal y nacional.

Finalmente, Geoinspec es un servicio que combina información geoespacial y edafo agro climática, en donde el resultado es la caracterización espacial de potenciales zonas para cultivos específicos, tendencias, zonas de comportamientos, patrones, etc.

El gran desafío de este servicio es recopilar y compilar información histórica-espacial climática, además de encontrar las correlaciones entre las variables agronómicas en cultivos específicos, en un periodo de tiempo determinado y según el requerimiento, explica Jorge Díaz y señala que “esto nos lleva a desarrollar metodologías de análisis muy profundas en donde a través de métodos como redes neuronales, con un equipo de profesionales especialistas en el tema, nos permite encontrar la variables relevantes que influyen o intervienen en un escenario idóneo para sembrar cultivos específicos”.

 “En nuestra experiencia el impacto que puede generar Geoinspec en un cliente, es la apertura de una visión macrozonal de oportunidades, tal vez, nunca antes vista. Un cliente que desarrolla un servicio Geoinpec con Agrosat, le permitirá tener una clara hoja de ruta comercial para las futuras campañas agronómicas”, enfatiza Díaz.

*En foto de portada: Jorge Díaz, Líder de Operaciones; Luisana Bruzual Keller, Líder Marketing y Comunicaciones; y Pablo Merino, líder TécnicoComercial de Agrosat.

En el ámbito de la Agricultura 4.0, fomentar la digitalización y automatización en el sector silvoagroalimentario es uno de los propósitos de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), agencia del Ministerio de Agricultura. El gerente general de Synopsys, Víctor Grimblatt – y gracias a la colaboración de la escuela de Agronomía de la Universidad Santo Tomás– conversó con FIA y compartió su visión sobre el proceso de tecnologizar el sector. El especialista, que es investigador de la Universidad de Burdeos, se refirió específicamente a los caminos que debe recorrer Chile para lograr que la agricultura sea manejada a través de datos: Desmitificar el concepto innovación, generar una industria nacional capaz de proveer esta tecnología por medio de la inversión pública y privada y, como tercer punto, recalcó la necesidad de creer en nosotros.

¿Cuál es el escenario actual del agro en relación con la tecnología?

Lo primero que tenemos que decir es que el agro nos genera la alimentación que los seres humanos necesitamos. Eso es un punto básico. Segundo, hoy en día el sector está sufriendo varios problemas; como el aumento de la población, disminución de la superficie y el cambio climático. Entonces, le exigimos al agro lo que hoy no puede dar y desde ahí surge la necesidad del uso de la tecnología, de la Agricultura 4.0. Nosotros tenemos que, de alguna forma, lograr mejorar el rendimiento del suelo para poder producir más alimentación con recursos acotados.

Con su experiencia como investigador sobre la Agricultura 4.0, ¿qué propone?

Que la agricultura debe ser manejada a partir de los datos, para optimizar la productividad. La internet de las cosas genera los datos, luego esas cifras son utilizadas en programas de inteligencia artificial, cuyo fin es único: optimizar la productividad. Donde se comienzan a tomar decisiones a partir de los datos, no a partir de lo que yo creo que va a pasar. La invitación es a que los tecnólogos y agrónomos se conozcan. Aquí surge el concepto del ingeniero “agro-nico”: aquel que entienda un poco de los dos mundos y que sea capaz de definir para que el agrónomo especialista, o el tecnólogo especialista, logre producir lo que se necesita.

Al implementar la tecnología en la agricultura, ¿qué impacto podría tener al sector?

Utilicemos como ejemplo el agua. Hoy en día la agricultura en Chile usa aproximadamente el 70% del agua dulce, sea potable o no. De eso se pierde más de la mitad. Entonces, si se logra reducir la pérdida de agua, la podré utilizar después y, por lo tanto, puedo producir mejor y más. Eso es un ejemplo concreto de cómo la tecnología me puede ayudar. Otra situación, es que hoy en día se utilizan fertilizantes en función, un poco, de lo que se cree, de lo que me dijeron, o de mi conocimiento histórico. El problema surge al sobre fertilizar, ya que aumenta la salinidad de la tierra, produciendo problemas en la captura del agua. Con suelos salinos las plantas tienen problemas para captar el agua mediante las raíces. Si la fertilización es optimizada a través de medir los nutrientes específicos en la tierra para una especie en particular, ahorraré costos; ya que gastaré menos en fertilizantes, pero además tendré una tierra más sana, ocupando la justa medida del producto. Eso son dos ejemplos de mejoras.

¿Cómo iniciaría Chile este proceso de cambio tecnológico?

Lo primero, es desmitificar la tecnología, la gente le tiene miedo. Piensa que le quitará el empleo y otras cosas; entonces, hay que partir con una campaña de desmitificación. Por otro lado, hay que generar – a través de la inversión pública y privada – una industria nacional capaz de proveer esta tecnología al agro. La tercera etapa, es confiar en nosotros mismos y paralelamente, generar espacios de educación digital que se debe dar a los productores. Incentivar a que las personas sean capaces de tomar una plataforma básica, programarla y medir. Un avance sería que si un árbol está con problemas el agricultor solo pueda tomar la temperatura del suelo, por ejemplo. Que traten de entender qué es lo que le pasa a ese árbol.

¿Cuáles son los países más avanzados en este tema?

Nueva Zelanda y Europa. El viejo continente es un gran productor y exportador de alimentos agrícolas. Ellos tienen estudios financiados por la comunidad europea. Tienen grandes proyectos de la internet de las cosas para el agro, que deberían ser considerados. China también está haciendo muchas cosas, la India y Australia también. Este grupo de países está aplicando los datos, pero también mide. Se debe medir, aplicar y tomar decisiones.