Si bien todos los años son desafiantes en el cultivo de la cereza, está claro que la temporada 2022-23 plantea dificultades y desafíos adicionales, y es que el Año Nuevo Chino (CNY), adelantado 10 días respecto 2022, trae consigo uno de los escenarios más desafiantes que ha debido enfrentar la industria cerecera nacional.

A los problemas logísticos y restricciones por la pandemia, además de los altos costos de fletes, se suma el desafío de llegar antes del CNY o bien diversificar mercados, una tarea que no se realiza de la noche a la mañana y que implica ciertos riesgos.

En Chile cada año se vive un aumento del potencial de producción y, obviamente de exportación, donde la oferta siempre tiene algo que ver con respecto a las respuestas comerciales. La calidad y condición de la fruta en destino es sin duda fundamental, sin embargo en esta temporada la principal preocupación de los productores chilenos radica en el resultado comercial que tendrán, considerando que la festividad china será una de las más tempranas que se ha dado.

El escenario está más o menos claro: la fruta que se coseche con seguridad hasta el 10-12 de diciembre tiene probabilidades ciertas de llegar al mercado chino en el mejor momento de la venta pre CNY. Todo lo que se coseche posterior a esa fecha, considerando que el flete sea marítimo, es fruta que hoy está en la incertidumbre comercial para el mercado chino. Ante esto surge la interrogante: ¿cuáles son las estrategias que se deben realizar en términos de regulación de carga y costos para enfrentar frutas de esa época, considerando las estrategias comerciales de cada exportadora y en función de esperar los mejores resultados posibles?

Con respecto al manejo técnico, es un año para hacer ajustes importantes en términos de regulación de carga, y ese ajuste es prácticamente responsabilidad de la estrategia de poda. Es muy importante estudiar muy bien la estrategia de poda, tomando en consideración las herramientas disponibles que hoy en día permiten estimar cuál va ser la intensidad y la técnica utilizada, entre ellos el análisis y fertilidad en yemas, el historial del huerto, etc. Actualmente muchos productores y técnicos también hacen historia con análisis de reserva en los dardos de cada año para cada situación, que de alguna u otra manera van construyendo indicadores para tomar la decisión.

Tener fruta muy grande y de muy buena condición y calidad de esa fecha, del 15 de diciembre en adelante, puede ser una muy buena estrategia para acceder quizás a otros mercados o a otro tipo de transporte que pueda tener una más rápida llegada al mercado asiático; por otro lado, una buena estrategia de regulación de carga siempre tiene beneficios desde el punto de vista de la economía en términos de producción, pues el costo kilo es más bajo, porque es fruta más grande y más fácil de cosechar, los costos operacionales y costos de programas de aplicaciones, tanto fitosanitarios como nutricionales, también se pueden ajustar en función de una poda más fuerte para potenciar algunos indicadores. Por lo tanto, este manejo siempre trae consigo otros beneficios, y ni hablar del impacto que tiene una buena regulación de carga en la distribución de calibres, considerando que el tamaño de fruta, relacionado a la distribución de calibres, es el indicador que más influye en el resultado comercial.

Con esa estrategia se enfrenta una temporada difícil en términos de costos, de mano de obra, de disponibilidad y alza de precios de los fertilizantes, factores ante los cuales se propone armar una estrategia distinta y, entre comillas, más extrema que otras temporadas en pos de que sea un año de menos costos para enfrentar lo que, hasta ahora, es una temporada comercial incierta. Imprescindible ante cualquier escenario es entender que siempre hay que respetar y buscar el potencial productivo de cada huerto, pues lo más caro en toda la operación es no lograr ese potencial. Hay muchos errores que radican en querer ahorrar insumos o manejos técnicos, sin embargo no se pueden dejar los huertos sin manejos, ya que aquellos con manejos deficientes son muy difíciles de recuperar.

Es necesario reiterar que lo más costoso es no tener el potencial productivo de cada huerto en el momento en el que se tenga que cosechar y en la condición en que se tenga de cosechar. Esa es la gran defensa de un huerto de cerezas hoy, asumiendo las diferentes zonas productivas, porque contra eso no hay muchos manejos que se puedan realizar para mover las fechas de cosecha.