Desde mi adolescencia, los deportes y la música me han acompañado en los tiempos libres luego de terminadas las jornadas de estudios y obligaciones de aquellos tiempos. Ahora, inmerso desde hace 18 años en el ámbito profesional y laboral, me acompañan en cada zona donde me ha tocado ejercer la profesión. Mis tiempos libres los ocupo con algunas aventuras en solitario, pero la mayoría siempre acompañado de grandes amigos, de mi hija Matilda y de Anita, mi compañera de aventuras en esta nueva etapa de mi vida.

El respeto y admiración por el entorno natural, las montañas y los grandes parajes que posee nuestro país me han llevado a practicar distintas disciplinas asociadas a deportes de montaña como trekking, hikking, escalada en roca, trail running y ahora, desde hace unos años, se ha sumado el cross country y enduro en MTB, explorando diversos lugares de Chile.

Estas aventuras outdoor van en conjunto con mi otra pasión, la de hacer música punk con mi banda Punktruka, conformada por amigos de adolescencia y hermanos, que son fundamentales para mantener el equilibrio mente-cuerpo que se necesita para afrontar los desafíos que nos impone cada año el trabajar en el campo y, en especial, en fruticultura.

Porque la vida no es solo trabajo, también hay que darse el tiempo para las locuras que uno tiene, en compañía de las personas que te valoran y te quieren.

Alexis Lara Celis es Ing. Agrícola y se desempeña en el Depto. Técnico Rucaray S.A., Programa Cerezas y Uvas

No se trata solo de romper barreras como si se tratara de un reto. En agricultura, alcanzar un nuevo límite tiene mucho de audacia, pero es fundamental un respaldo técnico y agronómico detrás que pueda dar sustento a la decisión. Por eso, ver imágenes del huerto de cerezas de exportación más austral del país, en Chile Chico, es celebrar la capacidad de quienes empujan nuestra fruticultura a nuevas posibilidades. Según cuentan en la Exportadora Rucaray S.A., empresa que comercializa estas cerezas, este campo llamado Chacra El Rincón, que pertenece a Agrícola Chelenko, es un notable ejemplo del gran potencial de crecimiento que aún queda por delante. Se trata de 15 hectáreas en producción, con variedades de media y tardía estación para la zona, como Lapins, Skeena, Kordia y Regina, y para esta temporada esperan una producción de 220.000 kilos.

Su ubicación tan meridional constituye una verdadera dificultad. A su lado pasa el río Jeinimeni, y en vista panorámica se pueden ver las mesetas nevadas que conforman el Parque Reserva Nacional Jeinimeni, por el lado chileno, y el Parque Nacional La Ascención por el lado argentino, junto a localidad de Los Antiguos.

La foto muestra el resultado del segundo control de heladas por medio de aspersores de esta temporada, que hasta la fecha ha sido el más rudo. Comenzó a las 19 del 7 de septiembre y se mantuvo hasta las 14 del siguiente día, que es cuando se dejó de bombear agua y el hielo se desprendió en su totalidad de los cuarteles. El rango de temperaturas de este evento fluctuó entre -3 y -5,6°C y se mantuvo durante unas 10 horas. Por eso la formación de estalactitas de hielo está en rangos de 10 a 40 cm de largo. Este cambio de estado de líquido a sólido por efecto de las bajas temperaturas, conocido como solidificación, libera calor. Así, la cubierta de hielo es la que mantiene los órganos productivos (dardos) y ramillas protegidos de las bajas temperaturas.

Esta y otras fotos fueron realizadas durante la visita técnica al campo para ver los términos de poda de producción y formación, además de controlar las labores de ortopedia para formación de cuarteles jóvenes de Lapins. El reto productivo puede alcanzarse, pero lo que queda claro es que sin importar las ubicaciones o distancias, cada huerto necesita una mirada bien de cerca.

Fotografía: Alexis Lara Celis, Depto. Técnico Rucaray S.A.

Más de una década tiene ya instalada en Chile la sequía que ha afectado tanto al sector agrícola como a otros. Las precipitaciones han ido disminuyendo año con año y el cambio climático es cada vez más evidente. Adicionalmente tampoco se está acumulando nieve en la cordillera, que es nuestra gran fuente de reserva, y esa nieve que alimenta los ríos y las napas subterráneas se han ido secando. Por si fuera poco, se presentan prohibiciones para realizar perforaciones y hacer pozos profundos porque los acuíferos ya están secos. La escasez hídrica es tal que probablemente este año termine notándose en racionamientos de agua que ya el gobierno está considerando. El tema del agua es fundamental y pareciera que todavía hay sectores en los que no se toma tan en serio esta situación.

En este contexto y trabajando fuerte en el tema de la sustentabilidad es que Decco Chile ha desarrollado en el país diferentes proyectos para generar un ahorro en las plantas de procesos de fruta. “La situación cada vez está siendo más crítica y tampoco se ve que haya un cambio en el sentido de tener las lluvias como teníamos antiguamente. Yo creo que estamos atrasados en trabajar en un buen manejo de agua en nuestra industria. Hay que buscar alternativas”, señala Óscar Becerra, gerente general de Decco Chile.

RECICLAJE DE AGUAS DE PROCESO

Una de estas alternativas es el Sistema de Reciclado de Caldos (SRC) en los packings. El término “caldo” proviene de España y se refiere al agua con el que se lava la fruta y que a veces está mezclada con fungicidas para hacer tratamientos, lo que en Chile se conoce como aguas de proceso.

El SRC es una planta de tratamiento cuya finalidad es recuperar el agua de los procesos. Para lograrlo, se arma una planta de reciclado de agua al interior de los packing, se toma el agua usada en procesos y se dispone en un estanque de 15, 20 o 50 mil litros que finalmente pasan por un proceso de filtrado de prensa. El agua resultante está sanitizada, tiene muy baja carga microbiológica y puede volver a ser utilizada en los procesos.

Dependiendo de la calidad del agua, el proceso de reciclaje dura aproximadamente seis horas. Por ejemplo, en un proceso de reciclaje para agua de cereza, el equipo se demora alrededor de cuatro horas y media en filtrar 15 mil litros de agua, mientras que en el caso de cítricos, se filtran 20 mil litros de agua en dos horas. El tiempo varía porque en cereza el agua va mezclada con fungicidas, explica Becerra. Adicionalmente con este proceso es posible recuperar alrededor de un 22% del activo que está en el agua y que puede ser usado de nuevo.

Un sistema como este conlleva varios beneficios para la industria. “En primer lugar se reduce el consumo de agua’’, explica Becerra. “Nuestros cálculos hablan hoy en día de un 80% de ahorro de agua y además se dejan de emitir RILES (Residuos Industriales Líquidos), porque no eliminan esa agua, la están reutilizando”. Además, es una forma de asegurar el proceso, pues en un contexto de escasez hídrica como el actual y frente a una situación en la que, por ejemplo, se seque la napa y no haya la facilidad para hacer más pozos, se tendría la tranquilidad de contar con disponibilidad de agua.

APLICACIÓN EN CHILE

Con el interés que caracteriza a Decco Chile en los temas de sustentabilidad, actualmente están trabajando en varios proyectos en el país. En 2019 partieron con la primera instalación en una planta de cereza, ciruela y manzana de la empresa Rucaray Planta Los Lirios, en la VI Región.

Gladys Valdés, ingeniera agrónoma del Departamento Postcosecha de la Planta Los Lirios, siempre tuvo la inquietud de darle un valor agregado en términos de cuidado al medio ambiente a una caja terminada. “Al ver los packings de fruta y la gran cantidad de agua perdida, sumado al contexto de escasez hídrica y la falta de lluvias en el país pensamos en hacer algo para aportar de manera positiva al medio ambiente”, cuenta.

La idea partió originalmente para lograr un ahorro de fungicidas ya que el SRC es capaz de captar las moléculas de fungicida, que pueden incorporarse de nuevo al sistema. En el caso de la cereza hay un ahorro de fludioxonil de entre el 18 y 20% mientras que en el caso de la ciruela D’Agen, el ahorro de tebuconazole es de entre 26 y 28%.

De acuerdo con Valdés, también hay un tema de reducción microbiológica, de hongos y levaduras, por lo que te permite entregar aguas sanitizadas al sistema: “una vez que se filtran estas aguas, vuelven al sistema microbiológicamente sanitizadas y visualmente es un agua transparente”, explica.

En la temporada actual, el porcentaje de ahorro ha sido de más del 80% en cereza y ciruela D’Agen, considerando solo el estanque fungicida. Durante esta última temporada, en cereza se hicieron veinte procesos de filtrado, “si no tuviéramos el filtraje hubiésemos ocupado más de 600.000 litros de agua, con el sistema ocupamos 129.500 litros”, indica Valdés.

Para Valdés, el principal beneficio de contar con este sistema ha sido colaborar en el tema de los consumos de agua, además de un ahorro no menor en placa de fungicida. “Se trata de un tema de aporte al medioambiente, hoy día hay mucha pérdida de agua que no está contabilizada en ninguna parte, los procesos de fruta conllevan mucha cantidad de agua y nadie lo ha visualizado, porque ahora todavía el agua no es cara”, señala.

“La idea a futuro sería contar con una planta de tratamiento de agua, en la cual pudiéramos filtrar todas las aguas de nuestros procesos de packing, las aguas de hidrocooler y quizás tomar otras áreas de la empresa, como sala de máquinas”. Un segundo caso corresponde a una planta de cítricos y palta en la V Región. En esta planta se filtraron las aguas de proceso de los tanques de cítricos. También se obtuvieron buenos resultados, se entregó agua con una baja carga microbiológica y se recuperó el 100% del bicarbonato y la ceniza de soda.

En un corto plazo, se espera implementar dos sistemas más en Chile, uno en una planta de manzanas y otro en una planta de cítricos, ambos en la Región Metropolitana. Además, se está n haciendo las gestiones para un quinto proyecto en un packing de banana en Costa Rica.

UN PASO ADELANTE

La escasez hídrica en Chile persiste y no hay indicios de que en el mediano plazo se revierta el panorama. A nivel mundial la situación respecto al uso del agua ha cambiado y las empresas que no estén pensando en hacer un uso consciente del agua se van a quedar en el pasado, afirma Oscar Becerra.

“Hoy día hay una conciencia social a nivel mundial de hacer una mejor utilización de los recursos hídricos, por lo que tener este tipo de tecnología y servicios les dan un sello de sustentabilidad. En el fondo van a estar trabajando de manera importante en la huella hídrica de sus procesos”, señala. “Hay que tratar de avanzar porque en algún momento sí o sí se van a tener que subir al carro de la sustentabilidad”.