El sector de alimentos representa hoy en d\u00eda casi un tercio de las exportaciones del pa\u00eds. Pero si se consideran s\u00f3lo los productos no cobre, se transforma en el principal rubro. M\u00e1s de 1.500 productos son los que conforman esta canasta, entre los cuales Chile se ubica entre los primeros diez exportadores del mundo en 150 categor\u00edas. Estos hechos no s\u00f3lo demuestran la vocaci\u00f3n alimentaria, sino tambi\u00e9n las buenas pr\u00e1cticas en los env\u00edos. Una de ellas pasa por el uso de agroqu\u00edmicos, productos respecto a los que el mundo est\u00e1 cada vez m\u00e1s exigente.<\/p>\n
Cada mercado de destino posee regulaciones propias espec\u00edficas en esta materia o basadas en las directrices definidas por el Codex Alimentarius. Estas normativas se traducen en listas de sustancias autorizadas de uso en un cultivo espec\u00edfico, cuyo residuo es regulado a trav\u00e9s de un L\u00edmite M\u00e1ximo de Residuo (LMR) aceptado y previamente evaluado. Estos niveles se establecen a su vez para cada combinaci\u00f3n plaguicida-matriz alimentaria, por lo que el nivel permitido para una naranja o un pl\u00e1tano, por ejemplo, no va a ser igual.<\/p>\n
En este contexto la opini\u00f3n de la industria es una sola: en Chile existe un buen uso de los productos agroqu\u00edmicos y as\u00ed lo demuestra la baja cifra de rechazo de los mercados de destino.<\/p>\n
Una muestra de ello es el registro de notificaciones en la categor\u00eda frutas y verduras en la RIAL (Red de Informaci\u00f3n y Alertas Alimentarias) de los a\u00f1os 2013 a 2015. Ah\u00ed se pueden observar las notificaciones de terceros pa\u00edses respecto a la presencia de plaguicida por sobre los l\u00edmites y los no autorizados, lo que se refiere a la detecci\u00f3n de residuos de determinado plaguicida en un cultivo para el cual ese producto no est\u00e1 espec\u00edficamente autorizado en el pa\u00eds de destino.<\/p>\n
\u201cSi bien se verific\u00f3 una baja en 2015 respecto de 2014, hay que ver que en 2013 s\u00f3lo fueron 14. M\u00e1s all\u00e1 de las variaciones puntuales en general el desempe\u00f1o del sector es muy bueno en los mercados internacionales respecto del cumplimiento de las regulaciones de residuos de plaguicidas. Los sistemas de control de alimentos importados en los pa\u00edses desarrollados est\u00e1n basados en el historial de riesgo de cada pa\u00eds que exporta y el tipo de alimento, entre otras consideraciones. Lo interesante es que Chile est\u00e1 catalogado como un pa\u00eds de bajo riesgo, por lo que cada vez se toman menos muestras oficiales para cumplimiento de LMRs a frutas chilenas en Europa y Estados Unidos, lo que conlleva consecuentemente a menos notificaciones\u201d, explica Michel Leporati, secretario ejecutivo de Achipia (Agencia Chilena para la Calidad e Inocuidad Alimentaria).<\/p>\n
El informe \u201cThe 2015 European Union report on pesticide residues in food\u201d, autorizado para difusi\u00f3n en abril 2016, entrega los resultados de los an\u00e1lisis realizados por pa\u00eds de origen. En \u00e9ste, Chile se encuentra entre los pa\u00edses con menor porcentaje de muestras con excedencias de LMR. As\u00ed lo consigna Ronald Bown, presidente de Asoex, quien destac\u00f3 que \u201cs\u00f3lo un 1,8% de las\u00a0 muestras consideradas exceden un\u00a0 LMR, siendo la Uni\u00f3n Europea uno de los mercados con LMRs m\u00e1s exigentes en materia de tolerancia de residuos\u201d.<\/p>\n
Otra variante que refleja el buen comportamiento de nuestro pa\u00eds en el extranjero es el indicador denominado \u201cTasa de Notificaciones\u201d, que se introdujo en el reporte RIAL 2015. Este relaciona la cantidad de notificaciones por rubro en relaci\u00f3n al volumen exportado. All\u00ed se puede observar que el sector de Frutas y Hortalizas frescas tuvo una tasa de apenas 0,9 por cada 100.000 toneladas exportadas.<\/p>\n
En el a\u00f1o 2016 el SAG comenz\u00f3 a realizar notificaciones en la RIAL, correspondientes a las detecciones de plaguicidas en alimentos en Chile, las que ser\u00e1n consideradas en el reporte de ese mismo a\u00f1o que a\u00fan no se publica.<\/p>\n
Regulaci\u00f3n nacional <\/b><\/p>\n
A nivel nacional, respecto del uso de plaguicidas, existen diferentes normativas. Para el uso sanitario y dom\u00e9stico se cuenta con el decreto 157; luego el 158 se refiere a las aplicaciones terrestres y la resoluci\u00f3n exenta 150 de 2014 sobre Protocolo de Vigilancia de Salud de los Trabajadores Expuestos a Plaguicidas. Pero seg\u00fan consigna Carolina de la Fuente, encargada del Departamento de Salud Ocupacional del Ministerio de Salud, tambi\u00e9n existe una normativa asociada a la inocuidad de los alimentos que establece los l\u00edmites m\u00e1ximos de residuos de plaguicidas en la diferente matriz alimentaria. En la actualidad el Ministerio de Salud cuenta con dos resoluciones vigentes: la 33, que es del a\u00f1o 2010, y una de 2011, que modifica la anterior agregando nuevos plaguicidas y corrigiendo algunos valores. B\u00e1sicamente la regulaci\u00f3n local se basa en el l\u00edmite establecido a nivel internacional con prioridad del Codex Alimentarius.<\/p>\n
Asimismo, en el \u00e1mbito nacional el SAG es el responsable de la autorizaci\u00f3n de plaguicidas de uso agr\u00edcola, de acuerdo a lo establecido en la Resoluci\u00f3n 3670. Para controlar el uso y manejo de los plaguicidas en el \u00e1mbito agr\u00edcola nacional es que tanto el SAG como el Minsal cuentan con programas de fiscalizaci\u00f3n, los que se orientan a corregir las malas pr\u00e1cticas, promoviendo el manejo y uso responsable. Seg\u00fan explica Roberto Tapia, jefe del Subdepartamento de Plaguicidas y Fertilizantes del SAG, el Servicio posee un programa de control en materia de fabricaci\u00f3n, importaci\u00f3n, exportaci\u00f3n, distribuci\u00f3n, venta, tenencia y aplicaci\u00f3n de plaguicidas, adem\u00e1s de un programa de monitoreo de residuos de plaguicidas en productos agr\u00edcolas primarios.<\/p>\n
\u201cSu objetivo principal es conocer el estado del uso de los plaguicidas, con el prop\u00f3sito de reconocer las pr\u00e1cticas agron\u00f3micas asociadas en especies vegetales de inter\u00e9s, contar con informaci\u00f3n relevante que permita mejorar el control sobre la autorizaci\u00f3n, uso y aplicaci\u00f3n de los plaguicidas a nivel nacional, as\u00ed como dar respuesta a exigencias de los pa\u00edses importadores\u201d, profundiza Tapia.<\/p>\n
Brecha entre productores <\/b><\/p>\n
El uso de este tipo de productos se enmarca en un contexto en que la inocuidad de los alimentos toma cada d\u00eda mayor relevancia y en que las exigencias de los mercados internacionales son cada vez m\u00e1s grandes. As\u00ed es que hay conciencia de que se deben fortalecer tanto los programas de monitoreo como las capacitaciones ya que pese al correcto uso que se da hoy en d\u00eda, existe una brecha entre los distintos agricultores, por lo que hay quienes trasgreden los l\u00edmites permitidos.<\/p>\n
\u201cExisten grandes diferencias de conocimiento y acceso a la informaci\u00f3n entre los agricultores, pero en general se puede decir que aquellos que llevan sus producciones con un enfoque de empresa (fruticultura, vitivinicultura, cultivos extensivos, hortalizas asociadas a la agroindustria o proveedores de cadenas de supermercados), hacen un adecuado manejo de los agroqu\u00edmicos, utilizando productos registrados y buscando aplicar dentro de los periodos de carencia indicados por el fabricante. Por otro lado, agricultores con menor conocimiento t\u00e9cnico son m\u00e1s susceptibles de utilizar productos no registrados, dada la falta de plaguicidas registrados para ciertos rubros en espec\u00edfico (Ej: Hortalizas)\u201d, indica Claudio Alister, Director Cient\u00edfico de la Estaci\u00f3n Experimental Agr\u00edcola SIDAL.<\/p>\n
A juicio de Marcelo Kogan, director general de SIDAL, la producci\u00f3n agr\u00edcola nacional es una industria ordenada en que la mayor\u00eda de los agricultores respetan el registro de los plaguicidas evitando usarlo en estados de desarrollo del cultivo o frutal que no se encuentran en el registro.<\/p>\n
Sin embargo, un tema distinto es el de los periodos de carencia fijados para no sobrepasar los LMR. \u201cUn agricultor podr\u00eda aplicar un agroqu\u00edmico, respetar el periodo de carencia recomendado por el fabricante, y aun as\u00ed llegar a cosecha con un residuo por sobre el LMR. Por esto es que las compa\u00f1\u00edas de agroqu\u00edmicos deben hacer curvas de disipaci\u00f3n en varias condiciones productivas, ya que solo as\u00ed los productores tendr\u00e1n la total seguridad de aplicar un agroqu\u00edmico con la seguridad de no sobrepasar el LMR\u201d, manifiesta.<\/p>\n
En el cumplimiento de las normas un punto esencial para Mar\u00eda Elvira Lermanda, gerente general de Afipa es la mejora continua en las Buenas Pr\u00e1cticas Agr\u00edcolas, \u00e1rea en la que la entidad desarrolla programas de capacitaci\u00f3n. \u201cHay que continuar con el \u00e9nfasis en la capacitaci\u00f3n. El SAG detecta qui\u00e9nes cumplen o no desde el punto de vista de utilizar el producto para ese registro en uso. Es un tema relevante para nosotros dentro de la capacitaci\u00f3n. Est\u00e1 el cumplimiento de las directrices de la etiqueta, donde se encuentra el uso de cultivo y los periodos de carencia, que son relevantes y se trata de la base para el cumplimiento de los LMR. Nosotros enfatizamos y nos avocamos en nuestros entrenamientos a recalcar ese tema de etiqueta con el cumplimiento de estos par\u00e1metros que son relevantes\u201d.<\/p>\n
Alternativas naturales <\/b><\/p>\n
Los productos de origen natural para combatir las plagas adquieren vital relevancia considerando que existe una tendencia mundial a practicar una agricultura m\u00e1s sustentable, a lo que se suma el consumir alimentos m\u00e1s inocuos.<\/p>\n
Seg\u00fan indica Tapia, \u201clo que motiva a la industria a buscar nuevas alter nativas, a nivel internacional, son la presencia de nuevas plagas, mayores exigencias en calidad de los pa\u00edses importadores, avances en desarrollos e investigaci\u00f3n, mejoras tecnol\u00f3gicas que mejoran la productividad, y nuevos requisitos en materia de inocuidad de los alimentos. En este sentido, la tendencia mundial es a consumir alimentos cada vez m\u00e1s inocuos, lo que ha llevado a los pa\u00edses a implementar una serie de medidas o controles para garantizar que los alimentos importados no tengan residuos de plaguicidas o que \u00e9stos se encuentren por debajo de los LMR establecidos\u201d, a\u00f1ade.<\/p>\n
La incorporaci\u00f3n de este tipo de productos es una medida que se analiza tanto para los productos de exportaci\u00f3n, dadas las exigencias de los mercados de destino, como para los de consumo interno, en particular de hortalizas.<\/p>\n
Producci\u00f3n interna <\/b><\/p>\n
Hace a\u00f1os que los productores de fruta de exportaci\u00f3n tienen internalizada la importancia de cumplir con los LMR en los mercados de destino, para lo que trabajan bajo esquemas de certificaci\u00f3n de BPA y reciben permanentes asesor\u00edas. Pero esta situaci\u00f3n contrasta con la producci\u00f3n de hortalizas para mercado nacional, que en general est\u00e1 en manos de peque\u00f1os agricultores. \u201cAlrededor de un 80% de la producci\u00f3n de hortalizas en el pa\u00eds se comercializa en mercados mayoristas o ferias libres, con muchos intermediarios y no operan exigencias formales de cumplimiento de estos par\u00e1metros. Es decir, es una combinaci\u00f3n de falta de exigencias en la cadena y producci\u00f3n en manos de agricultores que por diversas razones, culturales y socioecon\u00f3micas, presentan dificultades estructurales que dificultan el correcto uso de los plaguicidas\u201d explica Michel Leporati.<\/p>\n
Bajo este panorama es que el Ministerio de Agricultura cuenta con una iniciativa que busca fomentar el desarrollo, registro y uso de plaguicidas y fertilizantes de origen natural, las que contemplan sustancias de origen biol\u00f3gico, vegetal o mineral para el control de plagas, enfermedades y nutrici\u00f3n de cultivos.<\/p>\n
En opini\u00f3n de Patricia Estay, coordinadora del Programa Nacional de Sanidad Vegetal de INIA, hoy en d\u00eda se requiere incorporar en la paleta plaguicidas naturales, que est\u00e1n autorizados para la agricultura org\u00e1nica. Seg\u00fan indica, en el a\u00f1o 2014 se firm\u00f3 una resoluci\u00f3n que define lo que es un plaguicida natural y establece que todos estos productos tienen que cumplir con la misma normativa que los convencionales. \u201cEstamos trabajando para desarrollar un protocolo que permita que todos estos plaguicidas naturales no tengan las mismas exigencias que los productos convencionales y que esta informaci\u00f3n se incorpore en el concepto de aplicabilidad, es decir, que baste con informaci\u00f3n que se haya desarrollado en pa\u00edses que lo est\u00e1n utilizando\u201d, aclara.<\/p>\n
Hoy en d\u00eda el SAG se encuentra elaborando una resoluci\u00f3n espec\u00edfica para este tipo de productos, que si bien son una alternativa en la tendencia mundial de contar con una producci\u00f3n m\u00e1s sustentable, en la actualidad pasan a ser un complemento de los agroqu\u00edmicos.<\/p>\n
Un trabajo conjunto <\/b><\/p>\n
El punto no es decidir si se quiere lo qu\u00edmico o lo biol\u00f3gico, sino tener una mejor agricultura, m\u00e1s eficiente y m\u00e1s limpia, contexto en el que los productos biol\u00f3gicos se transforman en un importante complemento a la agricultura convencional. As\u00ed lo da a conocer Dr Freddy Boehmwald, coordinador de desarrollo de Bioproductos en UC Davis Chile, quien agrega que con la tecnolog\u00eda que existe hoy en d\u00eda es muy dif\u00edcil contar con una agricultura 100% biol\u00f3gica, siempre se va a utilizar alg\u00fan qu\u00edmico, por lo que se trata de una complementariedad cada vez m\u00e1s necesaria.<\/p>\n
Seg\u00fan indica el experto, lo que se busca es reemplazar los pesticidas m\u00e1s da\u00f1inos por productos biol\u00f3gicos, los que son igual de efectivos, pero tienen una persistencia menor, impactando positivamente en la inocuidad de los alimentos, el medio ambiente y los trabajadores.<\/p>\n
Hay\u00a0 algunas cosas que se van a mantener de los agroqu\u00edmicos, hay otras cosas que se van a cambiar por biol\u00f3gicos y otras que se van a complementar. Por eso digo que es una complementaci\u00f3n. No es una competencia, es imposible que sea as\u00ed porque necesitas algunos complementos qu\u00edmicos, como el NPK\u201d, comenta.<\/p>\n
Es por esto que existe una tendencia mundial a incorporar los productos biol\u00f3gicos en los procesos productivos agron\u00f3micos intensivos, sin embargo, Boehmwald advierte que para que este tipo de productos tengan un uso extensivo, al igual que los agroqu\u00edmicos, se debe respetar el plan de manejo \u201clo que lamentablemente, muchas veces,\u00a0 no ocurre con total efectividad sobre todo en procesos productivos destinados a producir alimentos de consumo local\u201d.<\/p>\n
El rol del monitoreo\u00a0 <\/b><\/p>\n
En el control de plagas, y bajo la tendencia mundial de ir hacia una agricultura m\u00e1s sustentable, la industria considera otra alternativa: el Manejo Integrado de Plagas (MIP). El productor puede hacer una correcta utilizaci\u00f3n del plaguicida de acuerdo a la BPA establecida en la etiqueta respecto de la dosis, forma de aplicaci\u00f3n, frecuencia, periodo de carencia y los cultivos en los que se pueda aplicar.<\/p>\n
Pero el MIP es m\u00e1s amplio, ya que seg\u00fan explica Leporati, considera el monitoreo de plagas como una herramienta que permite establecer la real justificaci\u00f3n del uso del plaguicida de acuerdo a la BPA. \u201cUn agricultor puede hacer una o m\u00e1s aplicaciones del plaguicida (a calendario o por precauci\u00f3n) y estar cumpliendo la BPA. Bajo el esquema MIP, va a realizar una o m\u00e1s aplicaciones del plaguicida de acuerdo a la BPA s\u00f3lo si la presi\u00f3n de la plaga de acuerdo al monitoreo lo exige\u201d, revela.<\/p>\n
A ojos de Patricia Estay, el MIP se trata de un mecanismo que incorpora varias otras herramientas de manejo. Destaca que se debe conocer la plaga por lo que es muy relevante estudiar el ciclo biol\u00f3gico, para determinar en qu\u00e9 periodos est\u00e1 m\u00e1s susceptible y sobre qu\u00e9 hospedante est\u00e1 para poder conocer la fenolog\u00eda de uno y del otro. \u201cEn lo que se refiere a Manejo Integrado de Plagas, nosotros lo primero que hacemos es monitorear la plaga, determinar qu\u00e9 infecci\u00f3n hay, qu\u00e9 porcentaje y en la mayor\u00eda de los casos de las plagas que son claves, que en Chile no son tantas, se estudian los umbrales de da\u00f1o econ\u00f3mico; es decir, con cu\u00e1ntos ejemplares de un determinado insecto se podr\u00eda producir un detrimento econ\u00f3mico y por lo tanto, tienes que entrar a utilizar medidas de control qu\u00edmico por ejemplo\u201d, profundiza.<\/p>\n
Asimismo, Lermanda destaca que el MIP toma todas las herramientas y utiliza aquella en la medida que sea eminentemente necesaria. Ejemplifica que en cuanto a las pr\u00e1cticas culturales se puede atrasar o adelantar la fecha de siembra, que puede ser sustancial para el ataque de alg\u00fan insecto. Adem\u00e1s puede ser relevante la densidad de planta desde el punto de vista de la humedad.<\/p>\n
Hablar de agricultura en Chile es sin\u00f3nimo de exportaci\u00f3n, \u00e1mbito en el que es de vital relevancia cumplir con las normas de los mercados de destino. Pero nuestro pa\u00eds tambi\u00e9n se caracteriza por incorporar las tendencias mundiales, muchas veces adaptadas a la realidad local. As\u00ed s\u00f3lo queda ver c\u00f3mo evoluciona el uso de agroqu\u00edmicos en el mundo, en el que por ahora Chile cumple de manera correcta, pero con margen para mejorar.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"
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