Basta con recorrer la zona sur de Chile para advertir que el cultivo de raps está volviendo a las superficies que mostraba hace algunos años atrás, cuando alcanzó las 50.000 hectáreas, lo que se explica por los buenos precios y la buena recepción que presentan los cultivos industria les hoy.

Este proceso a su vez, puede profundizar otras tendencias, como la elección de la genética y los manejos agronómicos asociados. Según la visión de Tomás Pinedo, Gerente Comercial Maíz de KWS, “al mediano plazo las variedades convencionales irán creciendo y quizá llegando a superar a las variedades Clearfield. Al mismo tiempo, los agricultores está n haciendo rotaciones de cultivos más largas, los cual ayuda a disminuir la presión de malezas competidoras en raps, como es el caso del rábano”.

De continuar con buenos programas de rotación, el cultivo convencional debería superar o al menos igualar en superficie a las variedades CL, y con esto los agricultores no solo estarán limpiando sus campos de manera efectiva, sino que también estarán apostando a mayores rendimientos, de aproximadamente entre un 10% y un 15% más de rendimiento en promedio y, en consecuencia, mayores utilidades.

Otro aspecto determinante son los niveles de producción de salmón en Chile. Si se mantienen, el futuro de la producción de raps no solo debería estar asegurado, sino que debería seguir en constante crecimiento y desarrollo, quizá llegando a niveles históricos de crecimiento. Hoy día y para el futuro el cultivo de raps en Chile cumple un papel fundamental en la alimentación animal y en el desarrollo de nuevos sistemas de producción con rotaciones acordes a la nueva agricultura del futuro.

VARIEDADES NUEVAS Y PROBADAS

En este contexto, KWS presentó nuevas variedades, y que si bien para el agricultor pueden resultar una novedad, lo cierto es que se trata del último paso en un largo camino de I+D. Pinedo explica que “después de que un híbrido se registra en la Unión Europea, es incorporado a nuestra lista de ensayos nacionales, los cuales son realizados en diferentes localidades y en diferente performance. Antes de salir al mercado, todos nuestros híbridos cuentan con tres años de ensayos, tanto privados como públicos y comerciales con agricultores, que consisten en superficies mayores a un ensayo normal por ejemplo entre 5 y 10 hectáreas.

Recién después de validar una variedad durante tres años, se lanza al mercado. Con esto nos aseguramos de que la variedad tiene estabilidad en el tiempo en cuanto a rendimiento, resistencias y otros aspectos como precocidad, adaptaciones a diferentes zonas y localidades, etc.”.

Entre todas las variedades, destaca Umberto KWS, que desde su llegada al mercado ha demostrado ser no solo la variedad convencional más rendidora del mercado sino una de las más resistentes y, por lejos, la más estable. A grandes rasgos, hay dos características que la diferencian:

● Una rusticidad sin igual y un crecimiento radicular superior, lo que bajo condiciones extremas de suelo y sequía le permite entregar mayor potencial que un hibrido competidor.

● Un capi muy firme, que no se parte con facilidad, lo cual reduce al mínimo las pérdidas en cosecha.

Además, Umberto KWS tiene el gen RLM7 que lo hace muy resistente a Phoma, y se trabaja para presentar, según lo indica Pinedo, “algo así como Umberto KWS 2.0”, que contaría con un nuevo gen: el RLMS, que ya está incluido en alguna de las variedades de KWS a lo largo del mundo.

En Chile estas variedades estarán disponibles a partir del próximo año. Hoy día están en fase de ensayo para asegurar rendimientos y estabilidad en el tiempo. Además de RLM7 y RLMS, KWS también cuenta con variedades que incluyen el gen de resistencia a Phoma RLM3.

METAS AMBICIOSAS

Más allá de los factores puntuales que influyen en la superficie de plantación de una temporada a la otra, lo cierto es que hay aspectos mucho más de fondo, como el nuevo escenario de alimentación mundial. Para eso, afirma Pinedo, el grupo KWS está en constante innovación y crecimiento para satisfacer a la población mundial mediante las mejores tecnologías y últimos desarrollos en semillas. Hoy día estamos trabajando fuerte en uno de nuestros pilares fundamentales: la sustentabilidad. Todo lo que está haciendo hoy en día el grupo KWS, está ligado a la sustentabilidad con metas ambiciosas para el 2030”.

Pero, ¿qué implica para una casa de semillas un concepto tan amplio como sustentabilidad? En primer término, cuenta Pinedo, mantenerse creando variedades más rendidoras en todos los cultivos, con un menor consumo de insumos y con resistencias naturales a enfermedades. Esto también incluye producir variedades más resistentes a los cambios climáticos y con mejores perfiles nutricionales, cuando el mercado lo requiere. Todo esto, manteniendo un uso de agroquímicos razonable y ojalá decreciente.

Por último, KWS busca crear más variedades de alimentos cuyo consumo humano sea directo, es decir, que no necesiten ser consumidos por animales. Como ejemplo están las hortalizas y los granos proteicos de consumo directo, como las arvejas. Estas variedades son un complemento a los cultivos industriales de consumo animal que desarrolla tradicionalmente KWS.