“Solo si realizamos una adecuada aplicación del riego y nutrición en poscosecha podremos tener fruta de calidad”, afirmó el destacado asesor de carozos y cerezas, Patricio Morales, en la segunda clase del curso “Poscosecha de cerezos: Énfasis en el Manejo del huerto”, de Mundoagro Capacita, la primera plataforma de Educación Online 100% gratuita, que cuenta con el auspicio de compañías claves del sector como Coagra, Syngenta, Chemie, Stoller, Anasac e Innovak Global.

En el encuentro, que tuvo la asistencia de 430 personas, Morales explicó que la poscosecha es clave en la acumulación de reservas, que por efectos de la fotosíntesis generan la síntesis de hidratos de carbono almacenables por las plantas y que serán usados para sobrevivir al invierno y, luego, para brotar y florecer. “Deberíamos llegar con estas reservas al estado de la caída de los sépalos, hasta ahí nos debería durar nuestro manejo de poscosecha entre riego, nutrición, podas de verano, controles químicos para no afectar a las plantas por efectos de plagas y enfermedades”.

Dada la relevancia de la fotosíntesis, es necesario mitigar el estrés térmico en la primavera y el verano, cuando el riego favorece el enfriamiento de las plantas. En el caso de la actual campaña de cereza se está entrado a la diferenciación floral, como se puede ver en las variedades más tempranas. Según el especialista, durante la diferenciación de yemas, que es el fin del desarrollo y la formación de yemas florales, ya se ven cambios en la morfología de las yemas, lignificación de las bases de ramillas del año, detención del crecimiento, condicionado por la disponibilidad del agua y luz, lo que hace fundamental el tema de nutrición y riego.

El ingeniero agrónomo señala como clave, mucho antes de regar y nutrir el suelo, prepararlo para la plantación del huerto. Esta preparación se divide en dos partes: capa arable, que es hasta 30 cm, y el subsuelo, hasta los 90 cm. “Lo ideal es que el mayor porcentaje de raíces esté en el subsuelo, porque cuando las raíces están en la parte superior lo pasan mal durante todo el año, ya sea porque el suelo es muy frío en el invierno o porque en enero el suelo alcanza temperaturas que llegan hasta los 40 grados. Me ha tocado ver varios casos de huertos que ni siquiera llegan a producir ya que hay que arrancarlos, y todo lo porque la preparación del suelo no fue la adecuada”.

En cuanto al riego, comenta Morales, este implica saciar o compensar la necesidad de agua y oxígeno a las plantas, en función del requerimiento hídrico del cultivo en una época determinada. Lo que primero regamos es el suelo, no la planta; entender este concepto tiene relación con el tiempo de riego. Por ejemplo, a mayor densidad de la arcilla (un suelo más pesado) la infiltración del tiempo es menor, por lo tanto, tienes que tomarte más tiempo de riego para poder mojar el suelo en profundidad. “Tenemos que ser eficientes con el recurso de agua por el tema del cambio climático, ya que las lluvias son más pobres en el país. Somos ya un país más árido y tenemos que cuidar del agua porque la inversión de embalses no las tenemos”.

El asesor advierte que si regamos mal en la poscosecha eso nos pasará la cuenta, por ejemplo con frutos dobles o múltiples, los cuales son una de las consecuencias del estrés térmico en periodos de diferenciación floral, al provocarse una malformación en el sépalo. Por ello, dice Morales, el manejo del riego es importante debido a los efectos del enfriamiento y respiración de las plantas. Es una herramienta para lograr una mejor caída de las plantas, acelera la lignificación y la maduración de los tejidos. Solo se debe modificar la frecuencia y no el tiempo de riego. “Lo que más me ha funcionado son los tiempos de riego más largos, que logran mojar el suelo en mayor profundidad que los tiempos cortos y seguidos, en los cuales queda mucha raíz sin oxigenarse y empieza de a poco a pasar a la planta”.

En suelos que tengan mucho drenaje, que el agua sea poca y el suelo no tenga la capacidad de retener la humedad, Morales recomienda usar surfactantes de riego, que evitan la pérdida de agua por movimiento descendente al perfil del suelo, atrapan una mayor cantidad de agua, aumentan la expansión del bulbo de riego en forma lateral como en profundidad y desplaza las sales.

El asesor indica que hay que partir regando en la primavera, cuando el suelo ya haya disminuido de capacidad de campo (fin de septiembre-principios de octubre), mientras que el último riego de temporada debiese ser cerca del 30 de marzo hasta el 5 de abril para no afectar la caída de las hojas y la entrada en receso. “Si no llueve en el invierno debo volver a regar de manera de crearles un invierno lluvioso a las plantas y suplir esto con falta de precipitaciones. No regar para solo fertilizar, sino que por el contrario cuando toque regar se debe aprovechar el ciclo de riego para aplicar fertilizantes”, concluye.

Estrategias para un manejo sustentable de la nutrición en poscosecha

El curso también contó con la presentación de Pilar Piña, ingeniera agrónoma y Líder de Zona de Cerezos de Innovak Global Chile.

“Innovak es una empresa internacional mexicana con más de 65 años de experiencia en bioestimulación desde la raíz. Desarrolla y comercializa tecnología e insumos para contribuir a la producción de cultivos sanos en alianza de la naturaleza. Nosotros hacemos un proceso de acompañamiento con los productores, hacemos un diagnóstico junto con una propuesta o recomendación. También monitoreamos las aplicaciones según la recomendación. Luego se hace un seguimiento e informe final del proceso”, comenta Piña.

Según la ingeniera agrónoma, es importante tener un suelo acondicionado ya sea de un huerto recién plantado o de un campo que lleva bastantes años. Esto lo abarcamos con Promesol 5X, que es un acondicionador de suelos y realiza una buena estructura física del suelo para favorecer el crecimiento de la raíz y la condición de humedad y aireación. Promesol 5X tiene moléculas de cadena corta, por lo tanto, tiene rápida reacción y los primeros efectos se ven los primeros 20 días. “En uno de los casos que vimos en un campo de Santa Macarena, nuestra oferta de valor fue mejorar las condiciones de suelo y desarrollo de raíces, se usó el Promesol 5x. El objetivo era mejorar la característica física del suelo para mejora el crecimiento y desarrollo radical. Y así se logró bajar la densidad del suelo”.

El martes 16 será la tercera clase del curso a las 19 horas, cuyo tema es Control de enfermedades poscosecha. Más información disponible en https://mundoagrocapacita.cl/cursos/curso-poscosecha-de-cerezo/