La innovación es la mejora constante de la eficiencia a través de soluciones prácticas, rápidas y sustentables, que se generan a partir de la experiencia tecnológica y el conocimiento. Así lo define el Dr. Rolando García, director ejecutivo de SynergiaBIO, una empresa de investigación y desarrollo que ha utilizado la innovación para generar productos y […]
“En nuestro caso, la innovación es un proceso muy abierto, donde facilitamos que todos nuestros colaboradores hagan su aporte. La creación de valor basada en la innovación en SynergiaBIO es, por definición nuestra, un proceso horizontal donde todos participamos”, comenta el también agrónomo y biotecnólogo.
En los últimos años, la compañía ha desarrollado una potente unidad de negocios enfocada en la producción de plantas mediante biotecnología. “A nosotros nos gusta definirnos como una empresa que vino a enriquecer el ecosistema agrícola y forestal de Chile, a través de la ciencia, la tecnología y la innovación con el sello ‘Hecho en el Maule”. Son tres socios fundadores, que basados en su formación y experiencia decidieron emprender bajo un modelo de negocios diferente. Dos de los socios tienen una participación activa en el quehacer diario de la empresa, Pablo Cancino como gerente comercial, y el Dr. Rolando García, como director ejecutivo y gerente general.
El laboratorio posee sus propios protocolos de propagación para especies nativas recalcitrantes como orquídeas terrestres y especies leñosas del desierto. Actualmente, están trabajando en el desarrollo de un programa de mejoramiento genético de camote para generar variedades adaptables a las condiciones de Chile. “Fue un proyecto que comenzamos hace cinco años y, en este momento, tenemos 50 variedades de camote que hemos importado a Chile para utilizar como banco de germoplasma y como base genética de nuestro programa de obtención de variedades. A estas alturas, ya tenemos tres selecciones desarrolladas y que están siendo evaluadas para registrarse como variedades”, explica García.
Entre sus innovaciones más recientes que están desarrollando destaca un proyecto ambicioso de producción de variedades de frutos libres de semilla en especies como el maqui y la tuna. “En este caso se trata de desarrollar una técnica de cultivo in vitro para aislar algunas células específicas de las plantas. Estas células que tienen determinadas características especiales eventualmente se pueden clonar en grandes grupos y a partir de ellas formar plantas individuales. De ahí en adelante comienza un proceso de selección en campo, para quedarnos con los individuos que produzcan frutos sin semillas”.
El laboratorio también ha innovado en protocolos de producción de frutales para generar procesos más eficientes y seguros en la propagación de plantas, “en el caso de las técnicas de propagación in vitro, somos expertos en eso y somos capaces de mejorar los procesos de la multiplicación mediante la introducción de cambios continuos en la composición de los medios de cultivo y en las condiciones ambientales donde las plantas se desarrollan. Eso hace que seamos más eficientes a la hora de propagar y por eso nuestra economía de costos suele ser más baja que el promedio de la industria”.
Hoy hacen plantas terminadas de genética protegida y liberada de arándanos, casi todos los portainjertos de cerezos y de carozos. También ofrecen nogales, zarzaparrilla, frambuesos, moras, frutillas y plantas nativas. “Para 2021 estaremos incorporando zarzaparrilla al catálogo, con volúmenes pequeños, que se incrementarán en 2022, todo a pedido. Lo mismo para avellanos, donde ya disponemos de Tonda di Giffoni, Barcelona y varios de los polinizantes más comunes en el país. En este caso, estamos en el proceso de ajuste de los formatos, para llegar a la mayor cantidad posible de clientes, para consolidar la oferta a partir de la primavera 2021”, explica.
En cuanto a servicios especializados, SynergiaBIO realiza detecciones de patógenos mediante marcadores moleculares, saneamiento de material vegetal y desarrollo de protocolos de micropropgación a pedido, “cada uno de los protocolos que usamos son producto del trabajo de nuestro equipo, y esos protocolos están en constante evolución”.
Además del trabajo científico, García explica que la innovación también se encuentra en su modelo de negocios. “No dependemos de fondos estatales para desarrollar nuestros proyectos, si bien se agradecen, representan una fracción muy pequeña de nuestro gasto en I+D+i, esa fue una decisión estratégica que tomamos los socios en su momento”, explica. “Dijimos, seamos empresa de I+D+i, reconocida por CORFO y el Ministerio de Economía, y generemos valor, a terceros y a nosotros mismos, con la aplicación del conocimiento científico y tecnológico en el ámbito de las biotecnologías”.
Es así como hoy, brindan a Chile y al mundo, soluciones biotecnológicas rápidas y de costo efectivo, a diversas problemáticas del quehacer económico, lo que les permite generar ingresos para financiar su investigación a largo plazo, ya que más del 80% del presupuesto de I+D+i es financiado por ingresos propios.
Pero no solo realizan ciencia aplicada, sino que también generan conocimiento científico de punta, ya sea por sus propios medios o asociados a otros centros de investigación. “Publicamos en revistas de corriente principal y estamos trabajando en varias tecnologías protegibles, tenemos programas de mejoramiento genético propios y contamos con recursos humanos altamente calificados”, concluye.
“No hay que tener miedo a invertir en innovación porque, a la larga, una empresa innovadora, está por lo general más preparada para responder a los cambios del mercado”, señalan Pablo Cancino y Rolando García, socios fundadores de SynergiaBIO.
