Seremi de Agricultura constata en terreno la afectación en cultivos por heladas
Los daños generados por los fenómenos climáticos de heladas afectaron principalmente cultivos de hortalizas.
Cargando...
Durante los últimos años se ha venido repitiendo la idea de que el sector agroalimentario nacional debe ofrecer productos con mayor valor agregado con el fin de mejorar los niveles de competitividad de nuestra industria. Si bien esto parece una tarea un poco etérea y con bastantes interpretaciones dependiendo de los productos o servicios ofrecidos […]
Durante los últimos años se ha venido repitiendo la idea de que el sector agroalimentario nacional debe ofrecer productos con mayor valor agregado con el fin de mejorar los niveles de competitividad de nuestra industria. Si bien esto parece una tarea un poco etérea y con bastantes interpretaciones dependiendo de los productos o servicios ofrecidos por una empresa, numerosos son los casos de productos agroalimentarios que han logrado comprender este concepto y han desarrollado innovaciones que han permitido explorar nuevos mercados o bien aumentar la participación y competitividad dentro de éstos. Pero, ¿ha sido esto la creación de algunos genios locos que han llegado con sus ideas novedosas y le han “dado el palo al gato”?
La respuesta es más bien simple, pero muchas veces ignorada por quienes son responsables de tomar las decisiones. Existen numerosos modelos y propuestas respecto a estrategias para el desarrollo de nuevos productos y/o empresas, sin embargo todos comienzan con la misma premisa: “debo escuchar al cliente”.
¿Debo sentarme con todos o algunos clientes y preguntarles qué quieren? En parte sí, pero esto no me asegura llegar al mejor resultado. La clave radica en comprender el problema que los aqueja respecto a la industria de productos o servicios en que nos encontramos. Si logramos descubrir y comprender este “dolor”, como es conocido en la jerga del emprendimiento, es factible que logremos entregarles una propuesta de valor que permita en parte disminuir ese dolor o problema. Suena sencillo, sin embargo, esta propuesta de valor debe ser a su vez diferenciadora, con lo cual los potenciales consumidores se decantarán por nuestra solución versus la de un competidor.
A modo de ejemplo, ¿es la calidad una propuesta de valor diferenciadora? La respuesta es (lamentablemente) depende. Lo es en el caso de que en nuestro entorno competitivo la calidad no sea algo común dentro de los productos ofrecidos; sin embargo en la actualidad muchas veces la calidad por sí sola no basta. Existen numerosas experiencias a nivel nacional en que se han logrado estas propuestas de valor diferenciadoras mediante packagings innovadores o bien mediante un servicio al cliente excepcional.
¿Cómo logro encontrar una oportunidad? De acuerdo a un ejercicio sencillo que es factible realizar dentro de la empresa se puede comenzar mediante la identificación de su segmento de clientes e intentar conocer cuáles son sus alegrías o frustraciones en el ámbito de acción en que el cliente utiliza sus productos o servicios. De acuerdo al “Lienzo de la propuesta de valor”, desarrollado por Alexander Osterwalder e Yves Pigneur en su libro “Diseñando la propuesta de valor”, una vez que pueda conocer estas frustraciones y alegrías, es factible diseñar nuestros productos y servicios centrados en aquellos atributos en que se puedan destacar los factores que creen o generen mayor alegría en nuestros consumidores, o bien aquellos que permitan aliviar en cierta medida sus frustraciones.
Por ejemplo, una frustración de un consumidor de fruta puede estar durante su consumo. ¿De qué manera es posible aliviarle o facilitarle ese proceso? Otro problema se puede presentar durante la distribución, por ejemplo, y ahora viendo a los intermediarios como clientes en el caso de la fruta, en el nivel de pérdidas o de daño físico que ésta sufre, ¿de qué manera puedo ayudarlos a aliviar esta frustración? Un corolario afortunado de la búsqueda de soluciones a estos problemas es la relación de confianza de largo plazo que puedo generar a lo largo de la cadena de valor con los actores participantes.
Ahora bien, como todo proceso, esto debe ser iterativo para ir conociendo cómo evolucionan estas alegrías y frustraciones en los consumidores. A su vez, es importante que nuestra prioridad sea conocer a nuestro cliente y saber de primera fuente lo que valoran ellos de nuestros productos y servicios. Para lo anterior, encuestas, visitas, llamadas telefónicas e interacción vía web o redes sociales, entre otros, siempre serán bienvenidas.
Escrito por: Oscar Azócar Campos, Ingeniero Agrónomo, Consejero del Colegio de Ingenieros Agrónomos de Chile.
Get the latest news right in your inbox. We never spam!
Los daños generados por los fenómenos climáticos de heladas afectaron principalmente cultivos de hortalizas.
El Ministerio de Agricultura, a través de Agroseguros, tiene a disposición de los agricultores de todo el país dos seguros con subsidio estatal al copago de la prima o costo del seguro, para que puedan proteger su inversión ante diversos riesgos climáticos, eventos de la naturaleza e incendios: el Seguro Agrícola para Frutales contra riesgos […]
Hypha es una empresa biotecnológica que comienza dedicándose a la reproducción de distintos tipos de hongos silvestres encontrados en la precordillera del Maule para, a partir de estos, junto con materias primas forestales, crear biomateriales. Uno de ellos es “Mycotec”, innovación que busca sustituir el plumavit. La innovación, originada en Talca, región del Maule, es […]
A writer is someone for whom writing is more difficult than it is for other people.
Continue reading uninterrupted with a subscription
Vestibulum euismod, leo eget varius gravida, eros enim interdum urna, non rutrum enim ante quis metus. Duis porta ornare nulla ut bibendum
Robert Edition
6 minutes ago