Una historia de éxito con final abierto - Mundoagro

Una historia de éxito con final abierto

AGRICULTURA DE CARBONO Y MANEJO DEL SUELO PARA PROMOVER LA SEGURIDAD ALIMENTARIA Y CLIMÁTICA. PRESENTACIÓN PRINCIPAL DEL INTERNATIONAL SYMPOSIUM ON SOIL AND PLANT ANALYSIS (ISSPA 2023) REALIZADO EN CHILE.

El inicio de la agricultura, que se sitúa alrededor del año 8.000 a.C., cuando la población humana era solo de 2 a 20 millones, mejoró la producción de alimentos lo que condujo a un drástico aumento de la población, con la consiguiente transformación radical de la tierra y la alteración del medio ambiente. La población humana creciente y cada vez más próspera de 8.000 millones en 2022, proyectada en 9.700 millones para el año 2050 y más de 11.000 millones para el 2100, tiene demandas insaciables de recursos naturales y servicios ecosistémicos.

Durante la década de 2020, aproximadamente el 38% de la superficie de la Tierra se encuentra bajo ecosistemas gestionados que comprenden aproximadamente 1.500 millones de hectáreas de tierras de cultivo y 3.300 millones utilizadas para la cría de ganado. La revolución verde de las décadas de 1960 y 1970, considerada la mayor historia de éxito en la agricultura, mejoró la producción de cereales alimentarios a alrededor de 3 .0 0 0 millones de toneladas por año, mediante el cultivo de variedades de cultivos que respondían a la aplicación de insumos https://mundoagro.cl/wp-content/uploads/2025/04/premium-1.pngs como fertilizantes, pesticidas, riego y otros insumos, todos intensivos en energía.

El cultivo a largo plazo de monocultivos con fuerte dependencia de insumos https://mundoagro.cl/wp-content/uploads/2025/04/premium-1.pngs ha agravado los riesgos de degradación y contaminación del suelo, desertificación de la tierra, emisión de gases de efecto invernadero (CO2, CH4 y N2O), eutrofización y disminución de la tasa de renovabilidad del agua, disminución de la biodiversidad y creación de numerosos perjuicios. Sin embargo, del 30 al 40 por ciento de todos los alimentos producidos se desperdicia, lo que implica que hasta 1.000 millones de toneladas de granos alimenticios producidos no llegan a ningún estómago (humano o animal).

Además, la eficiencia en el uso de insumos (fertilizantes, riego, pesticidas) es baja. Por lo tanto, existe una gran necesidad de adoptar prácticas de manejo (suelo, cultivos, ganado, árboles, agua) que produzcan más alimentos y servicios ecosistémicos con menos suelo con el objetivo de devolver parte de éste y el agua a la naturaleza. La integración de cultivos con árboles y ganado y la adopción de las mejores prácticas de manejo (p. ej., agricultura de conservación, cultivos de cobertura, riego por goteo enterrado, agrosilvicultura) pueden mejorar y sostener la productividad y devolver tierras agrícolas marginales a la naturaleza.

El objetivo es hacer de la agricultura una solución al calentamiento global y otros problemas ambientales a través de la recarbonización de la biosfera terrestre y, específicamente, el secuestro de carbono en el suelo, tanto en forma de humus como de carbonatos y bicarbonatos secundarios. El secuestro de carbono inorgánico en el suelo es especialmente importante en climas áridos y juegan un papel importante en el ciclo global del carbono.

Además de una fuerte cooperación entre académicos, administradores de tierras, el sector privado y los formuladores de políticas para traducir la ciencia en acción, también es importante cambiar los planes de estudio en todos los niveles y enfatizar la importancia de la educación ambiental. El secuestro de carbono en el suelo (tanto orgánico como inorgánico) y la vegetación es una opción beneficiosa para todos para fortalecer los servicios del ecosistema mientras surten efecto las fuentes de combustible sin carbono (energías renovables).

El secuestro de CO2 atmosférico, junto con el uso de energías renovables, son fundamentales para limitar el calentamiento global a menos de 2°C. La restauración de suelos degradados también es importante para la agricultura de carbono, lo que implica crear otra fuente de ingresos para los agricultores a través de pagos por servicios ecosistémicos. Por lo tanto, el cultivo de carbono en el suelo puede generar ingresos al igual que el cultivo de maíz, soya, arroz, productos lácteos, carne, etc.

La puesta en práctica de la agricultura de carbono requiere la medición de los cambios en las existencias de carbono (tanto orgánico como inorgánico) en el suelo en las unidades de Mg C/ha/año. Este cambio en el flujo de carbono en el suelo puede estar relacionado con el uso de la tierra y las prácticas de manejo, como la agricultura de conservación, uso de cultivos de cobertura, uso de agrosilvicultura, clima y ecoregiones, etc. Por ello definir las tasas de secuestro de carbono bajo diferentes prácticas de manejo y uso del suelo requiere el establecimiento de experimentos a largo plazo y de evaluación de línea de base con metodologías apropiadas.

Noticias Relacionadas

ProChile indica un estancamiento de las pymes exportadoras y busca potenciarlas

Hace cuatro meses que Jorge O´Ryan llegó a ProChile para desempeñarse como el director nacio
Leer más

Ministerio de Agricultura extiende declaración de emergencia agrícola por déficit hídrico en 13 regiones del país para 2024

Esto producto de la afectación productiva derivada del déficit hídrico y sequía, lo que permitirá dar continuida
Leer más

Colegio de Ingenieros Agrónomos de Chile entrega reconocimientos a profesionales destacados

Durante los días 5 y 6 de noviembre se llevó a cabo la ceremonia de premiación del Colegio
Leer más