¿Es la alta densidad en frutales de nuez, y específicamente en nogales, una práctica que permite una mayor productividad y sobre todo mayor rentabilidad? ¿Es factible en todas las circunstancias y todas las variedades, o al menos en las más importantes, que se cultivan en Chile?

Para entender cómo se comportarán algunas variedades de nogal frente a la alta densidad, se debe comenzar por explicar algunas particularidades de los tipos de fructificación. En Juglans regia existen tres tipos principales de fructificación:

• Fructificación terminal: inducción floral en los extremos de las ramas, con una fuerte acrotonía. En las ramas de un año solo las yemas terminales o subterminales formarán un fruto en la próxima temporada. Las yemas basales o en la parte media de la ramilla de un año permanecen latentes. La fructificación se sitúa en la periferia del árbol. La entrada en producción es lenta y el potencial de producción es bajo (3 tn/ ha como máximo). Un ejemplo de este tipo de fructificación lo encontramos en la variedad Franquette u otras de origen europeo (del norte).

• Fructificación intermedia: inducción floral en los extremos de las ramas, con una débil acrotonía. Hartley es una variedad fielmente representante de este tipo de fructificación.

• Fructificación en brindillas laterales: inducción floral en toda la rama, con una débil acrotonía. Las yemas fructíferas se reparten por todo el largo de la rama de un año. Las variedades que producen este tipo de fructificación tienen un mayor potencial de producción. Esta forma de desarrollo es la que se puede encontrar en una buena parte de las selecciones locales que crecen en Chile, y desde nuestro país este carácter fue introducido en California. Variedades como Chandler, Tulare, Cisco, etc., del programa de mejoramiento de la U. de California la poseen.

VARIEDADES Y DENSIDAD

Solo variedades como Chandler, Tulare, Cisco, etc., del programa de mejoramiento de la U. de California son variedades que, en teoría, pueden tener mejor comportamiento. Dentro de las variedades cultivadas en otros países como Francia, algunas de las que tienen características adecuadas por su tipo de fructificación lateral son Lara y Fernor.

En ensayos realizados en la Universidad de California en 2015 con Chandler sobre patrones RX1, Vlach y VX211 (Hasey et al, 2017) con plantas de 2,7 m de altura a una distancia de plantación de 5 x 6,7 m, sin poda los dos años siguientes a la plantación, las producciones en la tercera hoja alcanzaron 3,5 tn/ha con muy buenos calibres, 87% de Jumbo y 95% colores Light. En la cuarta hoja estos ensayos alcanzaron cerca de 7 tn/ha.

Es por esto que hay que pensar bien en qué circunstancia y cómo se realiza un huerto de nogales Chandler en densidades mayores a esta, sobre todo teniendo en cuenta que a través del uso de estos portainjertos, se pueden obtener producciones muy altas con densidades normales.

De acuerdo a un estudio de Bruce Lampinen (U. de California) sobre rendimiento e interceptación de luz en Chandler, se necesita de tres a cuatro años para volver a desarrollar la complejidad de la ramificación que existía antes de la poda en un huerto de alta densidad o en seto. Por lo tanto, la producción de los primeros años se perderá después de llegar a cubrir con Chandler y otras variedades y tener que podar mecánicamente. Para ellos, en este estudio Howard es una variedad más adecuada para la alta densidad, ya que es un árbol más pequeño y menos vigoroso que Chandler. Estas experiencias se llevan a cabo desde la década de los noventa tanto en California como en Francia y han significado experiencias más bien negativas.

Durante los últimos años, en varios países se han emprendido varios proyectos que consideran densidades más importantes. En una experiencia del año 2005 en Requinoa, VI Región, en un huerto de Serr, con una densidad de 1.000 plantas por ha, se lograron producciones de hasta 11 ton/ha y actualmente se encuentra en producción con 6 a 8 ton/ha.

Este huerto no ha sido podado nunca y más bien la producción se encuentra concentrada en la zona alta de los árboles. Estas condiciones pueden afectar seriamente la producción si las condiciones climáticas afectan la calidad de los frutos.

USO DE REGULADORES DE CRECIMIENTO

Una de las herramientas con las que cuentan los huertos hoy en día, son los reguladores de crecimiento, sobre todo las antigiberelinas, que disminuyen la expansión celular y por ende el largo de los entrenudos. Entre estos productos se encuentran el Paclobutrazol y el Uniconazol, que pueden ser utilizados en diferentes formas y dosificaciones. Sin embargo, las regulaciones y los registros de estos productos son uno de los problemas más importantes que se debe enfrentar.

Otro de los problemas, también relevante de estos productos, es el deterioro del desarrollo de otros órganos importantes en la planta como los dardos, yemas y hojas, así como otros órganos. Con antigiberelinas, la intercepción de luz en un huerto también disminuye, lo que incide en la intercepción de luz (PAR) y, por ende, en la productividad, de acuerdo a los estudios de Bruce Lampinen et al (2019). Es decir, si bajamos la intercepción desde un 90% a un 60%, la producción potencial disminuiría desde 9 a 6 ton/ha aproximadamente. Ver Figura 1.

Sin embargo, a pesar de estas consideraciones es relevante realizar experiencias bien llevadas y sobre todo bien reflexionadas ya que puede ser una de las soluciones para incrementar la rentabilidad de este frutal junto con mejorar la calidad de los frutos.

Otro de los factores a considerar es la mayor incidencia de hongos de la madera, principalmente botryosphaeriaceae, y que han provocado la disminución en forma importante del potencial productivo del nogal y casi todas las especies frutales (vid, almendro, pistacho, cítricos etc.). La eventual mayor incidencia y las mayores necesidades de poda muchas veces mecánica implican una mayor susceptibilidad de la planta a enfermedades de este tipo, que son la principal amenaza de la producción.

EXPERIENCIAS LOCALES

Más recientemente, se han desarrollado proyectos de huertos super intensivos en frutales cosechados mecánicamente como olivos y hace muy poco almendros para cosecha con máquinas cabalgantes y avellanos en modalidades similares. El nogal no entra en este tipo de super intensivo, pero se han desarrollado experiencias.

Experiencias locales de Chandler con distancias de 7 x 2,5 m, 5 x 2,5 m y 6 x 3,5 m menos intensivas que la de 2005 con Serr en la VI Región permiten visualizar las ventajas. La gran apuesta es generar una alta cobertura rápidamente y llegar a 50 a 70% de cobertura al tercer año. Eso podría asegurar una producción de 3 a 5 toneladas métricas por hectárea.

En este sentido hemos desarrollado experiencias concretas que se llevan a cabo en la modalidad SAPSYSTEM, sistema de alta producción con costos acotados, sin tutores, sin conducción y sin intervenciones. Las estimaciones de producción para esta temporada en las densidades de 7 x 2,5 m están en torno a las 2,8 a 3 tn/ha y las de 5 x 2,5 m, 800 plantas por hectárea, se estima una producción de 4 tn/ ha. Estas experiencias se llevan a cabo en Los Ángeles, Agrícola Carper.

La experiencia de 476 plantas por hectárea con 80 ha está todavía en segunda hoja y se lleva a cabo en la Comuna de Teno, VI Región. La estimación de producción recién se realizará el próximo año. En esta experiencia se utiliza un riego con 98% de la superficie y cobertura vegetal.

RENTABILIDAD A 20 AÑOS

En una simulación de un proyecto a veinte años, se estimaron las rentabilidades de distintas densidades de plantación en base a producciones actuales y proyectadas en las altas densidades, y producciones reales obtenidas en la zona para una densidad de 286 plantas por hectárea. Se consideró un precio de US$ 2 por kilo de retorno a productor y un dólar a un valor de 750 pesos.

• Rentabilidad con 800 plantas por hectárea (en base a un proyecto de 50 ha):

VAN 12% 1.280.355.943
TIR 40,64%

• Rentabilidad con 572 plantas por hectárea (en base a un proyecto 50 ha):

VAN 12% 764.526.054
TIR 35,49%

• Rentabilidad con 286 (7 x 5 m) plantas por hectárea (en base a un proyecto 50 ha):

VAN 12% 1.352.107.045
TIR 37,73%

CONCLUSIONES

• Existen complicaciones importantes inherentes a un proyecto de alta densidad. Problemas fitosanitarios, de cosecha y de manejo del vigor que pueden afectar una producción importante y de calidad en condiciones de clima más restrictivo.

• Las rentabilidades entre una alta densidad y una normal no son muy distintas, considerando un horizonte de veinte años.

• En un proyecto que considere sólo doce o quince años, una mayor densidad podría ser mucho más atractiva.

• El flujo de los primeros años puede compensar la mayor inversión y permitir un retorno precoz de la inversión.

• La utilización de reguladores de crecimiento puede afectar el potencial productivo a largo plazo y aumentar en forma importante los costos operacionales de un huerto.