El fenómeno del Niño y las inusuales lluvias que se han registrado hasta noviembre en Chile, han provocado más de un dolor de cabeza para los productores de cerezas y carozos (duraznos y nectarines).

En entrevista con Mundoagro, Jaime Otárola, Investigador en Fruticultura del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) Rayentué dijo que “hemos tenido un inicio de temporada inusual, una brotación y floración desuniforme con una primavera templada y húmeda. Cuando partes la temporada con una baja acumulación de frío invernal, se requiere una mayor acumulación de calor para homogenizar los estados fenológicos, y eso no ha ocurrido esta temporada. “Me encontré con varios huertos de cerezos y otros carozos, incluso de nogales, con varios estados fenológicos conviviendo en una misma planta. El problema de esto es que cuando quieres aplicar algún programa fitosanitario se complica todo porque a veces aciertas y otras veces no”.

“En segundo lugar, se registró una mayor humedad relativa en la zona central durante el mes de octubre, en comparación a otras temporadas. Revisé los datos meteorológicos y el mes de octubre fue muy húmedo con respecto a octubre 2022, 2021 y 2020. De hecho, antes que ocurrieran estas lluvias ya veníamos registrando problemas de partidura en algunas variedades de cerezo de maduración temprana como Brooks, Royal Dawn y Glen red, que por estacionalidad son susceptibles a la partidura. El fruticultor señala que la exposición de la fruta a varios días de alta humedad, contribuyeron con este problema.

El 80% de las cerezas se producen en las Regiones de O’Higgins y Maule. “En ambas regiones cayeron más de 30 mm el 10 de noviembre. En algunos huertos de la sexta región hemos tenido problemas superiores a un 20% de partituras. Los duraznos de cosecha temprana o nectarines (ubicados en la regiones metropolitana, sexta y séptima) también se está evidenciando el problema de partituras”, detalló el experto.

Respecto a si los agricultores se estaban preparando para estas lluvias, Otárola comentó que lo veían venir.  “Todos los pronósticos meteorológicos señalaban que este trimestre primaveral sería más lluvioso y húmedo de lo normal”. Muchos productores se prepararon antes de las lluvias con aplicaciones de productos en base a fosfolípidos, los cuales generan película en el fruto impermeable al agua. “Por otro lado, también se mantuvo un buen nivel de humedad en el suelo para mitigar en parte la partidura de la fruta. Sin embargo, este tipo de problemas es muy difícil de evitar si no tenemos un huerto bien equipado con techos desplegables”, agregó.

Medidas

Lo que viene ahora es seguir monitoreando los huertos y realizar aplicaciones de bioantagonistas o fungicidas específicos de baja carencia para prevenir o controlar las poblaciones de Botrytis o algún otro complejo de hongos que afecten la calidad de la fruta. “Esto para cerezas y arándanos que se cosechan en esta fecha”. En cuanto a partituras también debemos seguir monitoreando los huertos para cuantificar las perdidas asociadas y con ello prepararnos para la siguiente etapa que es el manejo de poscosecha, concluyó el especialista.