Mundoagro

Cargando...

Julio Rodiño Durán

Director Editorial

Edición 164

Una carrera contra la obsolescencia varietal

La exportación de frutas ha sido un pilar fundamental y estructurante de la agricultura nacional de los últimos 50 años y, por lo tanto, un pilar fundamental de la economía chilena, al generar importantes ingresos y contribuir significativamente a la balanza comercial del país. Sin embargo, para mantenernos a la vanguardia en el mercado global, es imperativo abordar un desafío creciente: la obsolescencia de las variedades frutales de nuestras plantaciones. Si queremos seguir siendo uno de los principales países exportadores de frutas frescas a nivel mundial, debemos adoptar una estrategia de recambio varietal que asegure la sostenibilidad y competitividad a largo plazo.

Los mercados globales de frutas son altamente dinámicos y competitivos. Chile exporta sus productos a más de 100 países, siendo Estados Unidos, China y la Unión Europea los principales destinos La diversidad de climas y suelos de Chile ha permitido una amplia gama de variedades frutales, pero la permanencia prolongada de ciertas variedades ha llevado a un estancamiento de la oferta que hoy está desalineada con los nuevos requerimientos y gustos del mercado. Cerca del 40% de las plantaciones de peras y manzanas en Chile utilizan variedades introducidas hace más de tres décadas, lo que afecta nuestra capacidad para satisfacer las cambiantes demandas de los mercados internacionales.

Para abordar estas limitaciones y fortalecer nuestra posición, el recambio varietal emerge como una solución estratégica. La adopción de variedades de frutas que cumplan con los estándares y preferencias de los mercados es esencial y en este sentido, la diversificación de la oferta es crucial. Actualmente, las peras chilenas enfrentan dificultades de acceso en la Unión Europea debido a requisitos de calidad y variedades específicas, y las variedades Gala y Fuji representan el 70% de las exportaciones de manzanas chilenas, lo que subraya la necesidad de introducir nuevas variedades que amplíen nuestro portafolio y reduzcan la dependencia de unas pocas opciones.

La inversión en investigación y desarrollo (I+D) es un componente vital para el éxito del recambio varietal. Es esencial el apoyo a la creación de nuevas variedades con un sello garantizado, libre de virus, resistentes a enfermedades, con tiempos de cosecha adecuados y cualidades organolépticas requeridas por los consumidores. En este contexto, la colaboración entre instituciones de investigación, la academia, productores y el sector privado es clave para acelerar el desarrollo de nuevas variedades.

El recambio varietal no es solo una opción estratégica, sino una necesidad imperativa. Con una inversión en I+D y una estrategia planificada, Chile puede garantizar un flujo constante de frutas de calidad superior que se distinga de otras ofertas y que satisfagan las expectativas cambiantes de los mercados internacionales. Esta iniciativa no solo preservará nuestro estatus como líderes exportadores de frutas, sino que también asegurará la prosperidad y sostenibilidad de la industria frutícola chilena en el escenario global.

Director Editorial

Agregar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos requeridos están marcados *

03 Comentarios

Vestibulum euismod, leo eget varius gravida, eros enim interdum urna, non rutrum enim ante quis metus. Duis porta ornare nulla ut bibendum

Robert Edition

6 minutes ago

Únete a la conversación